Concierto The Divine Comedy, Madrid, Sala Lula Club, 4-7-2024.

La banda The Divine Comedy de Irlanda del Norte, es el proyecto de Neil Hannon, en el que los músicos van variando, pero él es el eje central en todos los sentidos, y que ayer venían a dar un concierto en la capital del Reino. Su último disco de estudio data de 2019, y lo último que tiene publicado es un recopilatorio hace dos años con algún que otro tema nuevo, pero hablamos de un músico que tiene en su haber ya doce discos de estudio, por lo que en un concierto suyo caben varios repertorios diferentes, y donde hay especio para el pop de salón, para himnos absolutos coreables y canciones festivas de alto copete. Sinceramente el tracklist de ayer me pareció fantástico, y pocas pegas se le puede poner. Neil Hannon es un tipo superdotado, tanto vocalmente como para la composición, pero además sabe darle en directo unas interpretaciones a las canciones absolutamente perfectas. Esos referentes en Beatles o Bowie, en la música folk tradicional irlandesa y esos acercamientos a su manera al britpop que imperaba al poco de empezar él a publicar discos, siguen ahí, a lo que hay que añadir una banda que borda lo que Neil ordena. Allí estaban Tosh Flood a la guitarra, Simon Little al bajo, Ian Watson a los teclados y acordeón y Tim Weller a la batería y percusión. Lo que sucede en directo con este músico y su grupo es que los habituales arreglos orquestales que hay en sus discos y que a veces tapan las melodías pop, en directo desaparecen (por lo menos ayer) y las canciones vuelven a su digamos desnudez primitiva, y por tanto ganando mucho desde mi punto de vista.

Escuchamos canciones de todas las épocas, así cayeron títulos como Your daddy's car de 1993 de Liberation, The summerhouse, When the lights go out all over Europe o Tonight we fly del disco Promenade de 1994, tercer disco de estudio y primero con verdadera relevancia, del magnífico Casanova de 1996 escuchamos la mítica Something for the weekend (maravillosa), Becoming more like Alfie y Songs for love, The certainty of chance, Generation sex y National express de Fin de Siècle de 1998 fueron otras tres joyas fantásticas. De este siglo escuchamos Bad ambassador y Mastermind de Regeneration del 2001, de ese disco de 2004 Absent friends cayeron Our mutual friend y Absent friends (esta último bis pedido por el respetable), del Victory of the cosmic muse sonó esa obra maestra en si misma que es A lady of a certain age, y empecé a levitar, qué interpretación, qué TEMÓN por dios, gloria sentí. Hay un disco que tengo menos tratado que el resto, lo admito, ese es Bang goes the knighthood de 2010, del que cayeron hasta cuatro temas que me gustaron, Assume the perpendicular, At the indie disco, Have you ever been in love y I like (la más rockerita del concierto). De esa maravilla de disco que es Foreverland de 2016 escuchamos To the rescue como primer bis, absoluta locura de canción.

Neil Hannon charlotea entre tema y tema, cuenta chistes, interactúa con el público, se toma su copa de vino blanco y disfruta como un chaval de lo que hace, canta como un crooner cuando quiere, llega a momentos de barítono, es un genio.

Os dejo con Assume the perpendicular tal y como sonó anoche.