La banda escocesa The Supernaturals editaron en 1998 su segundo álbum de estudio titulado A tune a day. Se trata de una formación que podía encajar en la parte final del Britpop con otras bandas pero que tenían su propio estilo con un quinteto muy solvente compuesto por James McColl a la voz y guitarra, Derek McManus a la guitarra, Ken McAlpine a los teclados, Mark Guthrie al bajo y Alan Tilston a la batería. Producidos por Peter Smith hicieron 14 temas de excelente factura que les valió para llegar al número 21 de las listas de Reino Unido.
I wasn't built to get up fue uno de los singles, enorme composición que empieza con la voz de su cantante, hasta que se unen todos los instrumentos en una melodía de estribillo adictivo.
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