Como dije a principios de año, The Waterboys, la banda comandada por Mike Scott, editaron el pasado 6 de mayo su álbum número 15 de estudio titulado All souls hill. El combo se encuentra en un período muy productivo desde 2015 con Modern blues, un enorme disco, luego siguió Out of all this blue en 2017 con cambios en la fachada sonora, para luego en 2019 con Where the action is, abrir más la paleta con calidad y en un enfoque más experimental, aunque sin abandonar las buenas melodías marca de la casa, para editar ya en 2020 Good look, seeker con una mezcla de todos sus estilos donde había rock, soul, folk, electrónica, etc.,
All souls hill era el tema que da título al disco quizás más en esa onda experimental de sus últimos trabajos con mezcla de soul y electrónica. Pero allá por noviembre del año pasado conocimos el primer adelanto titulado The liar, un medio tiempo en el que los ataques de Mike Scott en el vídeo a Donald Trump son evidentes, y que musicalmente sigue teniendo experimentación. Luego tuvimos el tercer adelanto titulado Here we go again, muy saltarín con el piano y de melodía con ecos beatle, buena canción. Y más tarde escuchamos The southern moon, un medio tiempo de aire etéreo y experimental. In my dreams sigue con ese sonido experimental y la voz de Mike Scott sincopada, ritmos sampleados y en cuya letra salen citados The Rolling Stones o Iggy Pop entre otros, en lo que parece casi un recitado. Y ahora viene Glastonbury fayre, un medio tiempo agradable de fácil escucha, con letra referida al mítico festival pero falto de algo (no sé si garra es la palabra), disco algo fallido.
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