Anoche en la madrileña Sala La Riviera tocaban Fuel Fandango. Mi relación con esta banda es casi desde sus inicios, de hecho aquí colgué el vídeo de Shiny soul en el año 2010, prácticamente uno de las primeras entradas que hice en el blog. Aquel tema formaría parte de su primer trabajo homónimo de 2010, y desde luego no era lo único bueno de aquel disco, donde había temas tremendos. Alejandro Acosta y Nita Manjón son los líderes del proyecto, Alex toca guitarras, samplea sonidos y toca teclados, además de cantar, Nita por su parte canta como los ángeles, baila, taconea y mueve a la masa. En vivo les acompañan, Pablo Pérez al bajo y teclados, y el extraordinario batería Carlos Sosa, un monstruo a las baquetas.
Era por fin la primer vez que podía verles en un gran escenario y con todo su potencial, las otras veces había sido en sitios pequeños y poco tiempo. Presentaban su tercer trabajo Aurora, un álbum del que hablé aquí en su día, y que en directo alcanza cotas bestiales, en general toda su propuesta, siempre genuina y diferente, gana muchísimo en vivo. En estudio ya son un grupo muy especial, pero en directo llevan todas esas ideas a su máxima expresión, y como no podía ser de otra forma, Nita en el escenario es un auténtico volcán que se come lo que le echen.
Por si fuera poco, la compenetración de los cuatro músicos en el escenario es perfecta, y sólo con las miradas ya saben en cada momento que le corresponde a cada uno.
En cuanto al repertorio, sonaron canciones de sus tres discos claro, al inicio una canción flamenca daba la bienvenida para que El todo y la nada arrancara el show, ese tema de Aurora que en el disco hacen con El Niño de Elche. A partir de ahí Burning, Toda la vida, La Primavera, Not true, Today y ese Salvaje como bis final que fue una fiesta, cayeron del nuevo trabajo. De Trece Lunas si no recuerdo mal, escuchamos New life, Nature y la propia Trece Lunas. Y de aquel maravilloso primer álbum cayeron Shiny soul (momentazo absoluto), The Engine y Always searching (brutal) en unos de los bises finales esta última. Seguro que alguna se me queda en el tintero.
Maravilloso concierto, con una sala a reventar (las entradas llevaban vendidas dos meses) y un grupo al que da gusto ver en directo, que hace que pases casi dos horas de goce absoluto, y que salgas con una sonrisa de oreja a oreja. Los abanicos, bailes y movimientos de Nita, muy andaluza ella, no en vano es cordobesa, encandilan al personal, la parte de samplers de Alex hace que en algún momento te sientas como en una discoteca, y esa sección rítmica es para enmarcar. Hubo varios momentos donde los cuatro se juntaban entorno a Carlos Sosa (ver foto de abajo), y no me extraña, era la demostración de su conjunción. Soul, rock, funky, flamenco, dance... todo metido en una coctelera... eso es Fuel Fandango.
Os dejo con Toda la vida en directo en unas sesiones de Spotify Buzz.
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