Hoy por fin he podido ver el magnífico documental dirigido por Jim Jarmusch sobre The Stooges, titulado Gimme danger (del que pronto tendréis mi visión en mi blog de cine). Este título es de un tema del tercer disco de los Stooges, que ya se llamaban Iggy and The Stooges en 1973, por temas contractuales, dentro del álbum Raw Power.
Los dos primeros discos de la banda de Detroit, de 1969 homónimo y Fun House de 1970, son pieza fundamental del primigenio punk rock que hacían junto a bandas como MC5, y que luego continuarían años más tarde los Ramones. Pero esos discos fueron un absoluto fracaso comercial en la época, ambos editados por Elektra, y la banda se separó. Tras dicha separación Iggy Pop fue contratado individualmente por MainMan Management, que también contaba en sus filas con David Bowie. Bowie y Pop se habían conocido en New York meses antes, ya que David quería rodearse de los músicos americanos que le eran afines, y estaba produciendo en 1972 el disco Transformer de Lou Reed, la carrera de productor del Duque Blanco iba paralela a la suya estratosférica por entonces como músico.
La Iguana de Detroit en esa época andaba enganchado a la heroína, y aún así quería reformar la banda, firmó con Columbia Records y fue mandado a Londres (concretamente a Wimbledon) para componer y grabar el que sería el disco Raw Power, junto a su nuevo músico y guitarrista colaborador, James Williamson. Iggy quiso que los hermanos Asheton siguieran, por lo que Ron pasó a tocar el bajo (Dave Alexander, el original moriría poco después en 1975) y Scott siguió a la batería.
Fue el propio Pop quien produjo y mezcló el disco, de manera algo caótica, y MainMan exigió que se remezclara por Bowie, con el aviso de que si eso no sucedía no se publicaba. Pop aceptó, pero sin que se tocara su mezcla de Search and destroy, cosa que así se hizo, ya que el Duque Blanco remezcló las otras 7 en un sólo día en un estudio barato de Los Ángeles. Las mezclas originales de Pop salieron publicadas, pero lo que es innegable es la influencia de este disco en bandas y generaciones posteriores, un disco mítico. Como todo el mundo sabe, luego Bowie y Pop se harían íntimos amigos, incluso compartirían casa en Berlín en 1977...
Las dos canciones más amables al oído del álbum eran Gimme danger y I need somebody, ambas oscuras y enigmáticas. La primera es la canción que pongo hoy, para mi un medio tiempo brutal.
Os dejo con Gimme danger tal y como salió en 1973.
Mañana voy yo a verla. Y la canción, una de las más extraordinarias que he podido escuchar en mi vida.
ResponderEliminarAbrazos.
Gonzalo Aróstegui Lasarte: El documental es una pasada, te vas a reír mucho. Es que Gimme Danger es de esas que te llegan al tuétano.
EliminarAbrazos.