Voy a desobedecer a uno de mis grandes gurús, El Nota, que aborrece a los "putos Eagles" como dice él, y voy a hablar de ellos, y de un disco que no sólo es mítico, a parte de una maravilla compositiva, sino que en este caso concreto marcaría un antes y un después en la banda, y no sólo por motivos buenos, incluso también desagradables.
Primero ante todo, decir que el disco se edita en diciembre de 1976, y la banda había tenido un cambio en la formación, ya que Bernie Leadon al que sustituye Joe Walsh a la guitarra, ya no forma parte del mismo. El resto de la banda eran los mismos, es decir, Don Henley vocalista y batería, Glenn Frey voz y teclados, Thimothy B.Schmit (sucesor de Randy Meisner que graba el disco y se va) voz y bajo (que no aparece en los créditos) y Don Felder también guitarras.
El disco es conceptual (dicho por ellos mismos) y describieron el álbum como una metáfora por su percepción del declive de América en el materialismo y su decadencia. Aclaremos conceptos, ya que su idea central era celebrar los 200 años de los Estados Unidos, y utilizarían California como un microcosmos del conjunto del país, algo así como una muestra de la población, pero dando un serio toque de atención, resumido como "hemos estado bien estos 200 años, pero vamos a tener que cambiar muchas cosas si seguimos por aquí".
Pero es precisamente ahí, dónde este disco por un lado (por supuesto por la calidad musical del disco) se hincha a vender, pero por otro, serán poco menos que aborrecidos por sus propios compatriotas, ya que el sentido de advertencia de su obra, fue entendida por muchos como una crítica a su propia manera de ser, lo que provocó incluso que se mezclara a la mítica portada del Hotel Beverly Hills (El Palacio Rosa) y sobre todo a la canción Hotel California con rollos de drogas y tal, bastante a mala leche, e incluso con temas satánicos y demás a raíz de su letra.
Vayamos a las canciones, y es que este disco mítico de la historia del rock empieza con el tema que da título al álbum, Hotel California, que cambia y gira, al igual que Stairway to heaven de Led Zepellin o Bohemian Rapsody de Queen con los singles de 3 o 3 minutos y medio de la época, para llegar a 6:30, pero llenos de gloria eso si, y romper esquemas de composición hechos hasta ese momento. Su intro del primer minuto, da paso a la melodía, una voz de Don Henley celestial, una parada a mitad del tema para luego desarrollar un punteo final de guitarra de dos minutos, diría que sublime. Según la banda, la canción es una alegoría acerca del hedonismo y la autodestrucción de la industria de la música en el Sur de California, algo así como su interpretación de la alta vida en Los Ángeles, sobre el lado oscuro del sueño americano, y el exceso. New kid in town es una proeza compositiva, delicada canción pop, y perfecta a la vez, dónde a una preciosa melodía se le une una voz de Glen Frey y coros de caerse para atrás, con un estribillo antológico. Life in the fast line es un tema rockero, de banda americana tipo Lynyrd Skynyrd, con los que se emparentaban en esta rama, pero eso si, dando su sello con las voces, aquí Don Henley lleva la principal. Wasted time es un tema lento pero bello a más no poder que a Henley le iban al dedillo cantarlos, con un piano que describe la melodía, un gran tema. El reprise de Wasted time recuerda como acababa la cara A del vinilo y nos da paso al siguiente tema de la Cara B, es una transición instrumental. Y llega Victim of love, ese lado rockero de la banda que vuelve, y le da mucha riqueza al disco, con esos guitarrazos controlados y medidos del inicio para que Henley entre a saco con la voz, tremendo temazo. Pretty maids all in a row es la canción que canta Joe Walsh y también da esa riqueza (poco grupos he visto que canten 4 de sus componentes) con una pausada melodía, de corte clásico y un bonito estribillo de grandes coros. Llega el tema de Randy Meisner, Try and love again, deliciosa composición, la más country del disco y que recuerda como no, a los primeros Eagles, descomunal voz y melodía brillante, muy brillante (como se me emparenta con el Neil Young más country) y esos coros por dios.... ¡¡¡Gloria!!!. El álbum termina con The last resort, una melodía devastadoramente hermosa con piano y la voz de Don perfectamente a tono con la canción, que describe una historia épica, y que denota mucho su preocupación por el ambiente en general, era como descifrar el paraíso, descubrir que no hay fronteras y se colocaba la basura en el espacio. Una manera brutal de terminar un disco.
Se puede acusar y de hecho se ha acusado a este grupo, de ser demasiado perfectos o de sonar demasiado bien, yo francamente no le veo el problema, pero si que es cierto que en determinados momentos echas de menos un punteo que se vaya, una línea de bajo que aporte algo distinto, o incluso un redoble de batería diferente, pero su música era así y estaba bien, muy bien. Por eso la música es tan grande, ya que tienes a este tipo de bandas donde ni una nota se sale de la melodía, y otras que se mueven en el caos que ellos generan como peces en el agua, ambas son totalmente válidas.
Os voy a dejar con el tema que compuso Randy Meisner antes de salir del grupo, Try and love again, una joya.
jajaja...lo de tu amigo me recuerda al el gran lebowski...el eterno duelo entre Eagles y Credeende... me gustan los dos...según el día y la apetencia... Salu2 Sam
ResponderEliminarAnónimo (Sam): Claro, es que a ese me refiero a El Gran Lebowski, uno de mis films preferidos. Eagles y Creedence, ambos muy buenos, cada uno en los suyo, aunque los Eagles más countrys al principio, pero la Creedence son palabras mayores, el mejor rock sureño de la historia con el vozarrón de John Fogerty al frente, El Nota sabía de lo que hablaba...
EliminarUn saludo.
Hotel California. Un maravilloso y gran disco que merece la pena tener en la colección. Es cierto que The Eagles son un grupo poco dado a los punteos y redobles de batería, aunque en la canción que da título al disco en cuestión, sobre todo al final, existe una fantástica demostración de guitarra para poner la guinda al pastel.
ResponderEliminarThe Eagles es un grupo de canciones delicadas y armónicas poco dado a estridencias, muy recomendado para escuchar en momentos en los que se necesita relajación. Por eso son como son y no tienen porque ser de otra manera. Deberíamos concienciarnos todos en que la creación artística, cualquiera que sea su expresión, debe ser libre y ante todo personal. Si de otra manera fuera, como últimamente ocurre en la música, caeríamos en la falta de singularidad convirtiendo el mundo en un rebaño de mentes homogéneas fácilmente lideradas y conducidas al propósito de alguna mente malvada. Ante todo debe existir variedad y singularidad. Un grupo es grande cuando se le identifica en sus composiciones y se le distingue del resto, y eso es muy difícil.
Gonso: Totalmente conforme, es un disco atemporal, imprescindible en una discoteca que se precie de tener buen gusto. Cuando comentaba en el post el tema de que todo va en su sitio y no se salen para nada de la melodía, es por definir su estilo, que es muy claro, pero evidentemente eso les identifica claramente. También hay que recalcar que otros grupos, como también digo, hacen de su estilo, el salirse de la melodía y desvariar, pero todo es válido, simplemente son estilos diferentes.
EliminarArmonías y melodías predominan en este maravilloso disco, y es una delicia seguir poniéndolo.
Un abrazo mente malvada... je, je, je.
"Hotel California" era tan bueno, y su tema homónimo tan radiado entonces que, al cabo de no mucho tiempo ya "estábamos un poco hasta el gorro" del tema en cuestión. De hecho, fue uno de los muy primeros temas que se introdujo como música de fondo en los grandes "mall" y supermercados americanos. Sonaba constantemente y, al igual que el mítico "Sweet Home Alabama" de Lynyrd Skynyrd (que le siguió la pista en cuanto a su introducción en los grandes espacios comerciales también como música de fondo), llegó un momento en sentías una cierta inapetencia por él. Con el paso del tiempo, y su escucha en muchísima menor escala, el tema (y el disco) vienen a demostrar una nueva vez su gran valor compositivo y porque llegaron tan arriba. Es un gran disco, sin duda.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Javier de Gregorio: Eso te pasa, querido amigo, por no ir a comprar a los comercios pequeños... je, je, je. Es lo que pasa con muchos temas (que son para mi sección de canciones maltratadas), pero hay que tener en cuenta que este disco no sólo era esa canción, es un compedio de temas realmente brillantes, al frente de los cuales estaba Hotel California, claro está.
EliminarUn abrazo.
"por eso la música es tan grande, ya que tienes a este tipo de bandas donde ni una nota se sale de la melodía, y otras que se mueven en el caos que ellos generan como peces en el agua, ambas son totalmente válidas" acertada reflexión compañero...de altos vuelos sin duda.
ResponderEliminarYours sincerely!
Beatman: Pero estarás conmigo en que luego ya cada uno podrá elegir que concepto le gusta más, pero en la variedad está el gusto, y eso no hace sin engrandecer todavía más a la propia música.
EliminarGracias y un abrazo.
Un disco sublime en mi opinión, coincido contigo, Savoy. Muy buena la entrada, poco tengo que añadir. Simplemente reivindicar el tema homónimo como uno de los mejores de todos los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gonzalo Aróstegui Lasarte: Pues si, parece que opinamos igual. Es cierto, quizás como dice don Javier de Gregorio, no tuvimos que pasar por esa época de vilipendio del tema en los centros comerciales americanos.
EliminarUn abrazo.