Como llevo ya diciendo un tiempo, The Dream Syndicate, la banda californiana precursores del Paisly Underground, editaron nuevo álbum el 10 de abril con el título de The Universe inside. Y ya la portada denotaba por donde iban los tiros, mucha psicodelia y temas que se alargan en duración y eso hace que sólo cinco temas compongan el álbum, cuya canción más corta dura 7 minutos y medio y la más larga veinte. Mucho riesgo en este nuevo trabajo, pero es que siempre han hecho lo que han querido.
Ha sido un esfuerzo coral de todos y un disco donde Dennis Duck aporta su conocimiento de la música de vanguardia europea, Jason Victor su amor por el rock progresivo setentero, Mark Walton adora la música sureña y el líder Steve Wynn es fan del jazz eléctrico vintage, además de saber transportar la música de su California natal a New York.
Se trata de un viaje psicodélico en toda regla dividido en 5 cortes, donde se juntan como referentes la Velvet Underground, los Grateful Dead y Neil Young con sus Crazy Horse, pero además adornado con un toque de jazz experimental que por momentos te eleva a un estado increíble y difícil de explicar. Es un apasionante reto musical este disco, lo ha sido para sus creadores, pero también para el oyente, que te sumerge en un mundo lleno de sitares, saxos, teclados y como siempre guitarras.
Se trata de un viaje psicodélico en toda regla dividido en 5 cortes, donde se juntan como referentes la Velvet Underground, los Grateful Dead y Neil Young con sus Crazy Horse, pero además adornado con un toque de jazz experimental que por momentos te eleva a un estado increíble y difícil de explicar. Es un apasionante reto musical este disco, lo ha sido para sus creadores, pero también para el oyente, que te sumerge en un mundo lleno de sitares, saxos, teclados y como siempre guitarras.
The Regulator fue el primer adelanto, una canción que supera los 20 minutos y donde hay una amalgama de sonidos tremendos, que abarcan el free jazz, el rock progresivo, las voces sincopadas, etc., que hablan o sueltan speeches más que cantar, una canción anti-single total. He de decir, que este tema es como un resumen de lo que luego hay, pero no pasa nada, el disfrute es absoluto. The Longing le sigue, la más corta, pero siete minutos y pico de quizás el tema más reconocible del grupo de sus últimos discos y con el corte de rock clásico más palpable, aunque el tema es pura psicodelia.
Apropos of nothing, que sigue la línea psicodélica del anterior tema, donde las guitarras distorsionadas ganan mucho, es una canción que quizás es más relajada, pero tiene un aire a costa oeste claro. Dusting off the rust es alucinante, muy rítmica y con unas mezclas instrumentales que se meten de nuevo en el free jazz, donde el saxo, más los coros y la voz son una mezcla gloriosa. The Slowest Rendition termina el trabajo con la voz sincopada de Wynn que no canta, relata o frasea, no hay rimas ni un orden establecido, mientras los vientos adornan un final tremendo.
Os dejo con el tema Dusting off the rust.
Os dejo con el tema Dusting off the rust.
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