miércoles, 15 de abril de 2020

Pearl Jam - Gigaton (2020)


Pearl Jam, la banda de Seattle, editó Gigaton el 27 de marzo, siete años después de su último álbum de estudio Lightning bolt, siendo este el undécimo de su carrera. Después de publicar aquel single Can't deny me sobre Donald Trump en 2018, no han parado de girar y dar conciertos, donde Eddie Veeder le ha cogido gusto a versionar éxitos del pop con el grupo. Es quizás por esto, o no, que el primer single que conocimos del álbum, Dance of the clairvoyants, tenía un marcado acento ochentero mezclado con toques clásicos de la banda. Pero era un ardil, estaba claro, sacando ese tema como single, saliendo de su zona de confort habitual donde se sienten muy cómodos, era una evolución de sonido hacia algo, pero pronto con el segundo adelanto se vio rápido que ellos no han cambiado su adn de base, y siguen siendo grunges, muy grunges. Por si había alguna duda, el tercer adelanto corroboró lo del segundo.
Pero es este un trabajo muy digno, hay temas realmente excelentes, la primera parte del disco no tiene desperdicio, y hay momentos en los que se nota que esta banda aún está muy viva. Desde siempre ha sido la banda grunge con más conexión con el rock clásico, y eso es algo que no van a perder tan fácilmente.


Comienza el disco con Who ever said, y menudo arranque, una pequeña intro precede a una entrada bestial del bajo de Jeff Ament y luego la batería de Matt Cameron, hasta que entran Eddie Vedder y las guitarras de Stone Gossard y Mike McCready que impulsan de manera definitiva un temazo de rock tremendo. Superblood wolfmoon fue el segundo adelanto, con un comienzo espectacular de la batería y un Vedder soberbio despachan un tremendo trallazo, de sus mejores singles de siempre. Dance of the clairvoyants, después de la sorpresa inicial para muchos, que para mi no lo fue tanto, es un tema bastante llevadero, que se sale de las coordenadas habituales por la fachada sonora, pero un avance en cuestión de sonido y apertura, no es una mala canción, ni mucho menos y además es una canción coral de todos. Quick Escape sigue la senda de los dos primeros temas, rock que nos recuerda a la banda en su época noventera con el bajo de Ament ronroneando de manera brillante y un desarrollo que es puro Pearl Jam con coros fantásticos y un sólo de guitarra brutal. Llega Alright y viene un bajón de ritmo algo lógico después de un comienzo de tal fuerza, un medio tiempo etéreo donde Vedder se lo come y bebe todo. Seven O'Clock recupera algo de ritmo, aunque sigue siendo un medio tiempo que tiene un álma cándida, quizás un tema demasiado largo.
Never destination con un inicio de batería fuerte recupera fuerza y ritmo, y la banda vuelve a ser ella más que nunca, rock en estado puro con otro sólo de guitarra para enmarcar. Take the long way sigue rockeando desde las trincheras, y vuelve a llevarme a la banda en sus inicios, una canción de reafirmación absoluta. Buckle up relentiza el ritmo para una balada tierna, para lucimiento de Vedder de nuevo. Comes then goes con inicio acústico pasa por ser quizás la canción más diferente del disco, pero un buen tema aunque quizás alargado en duración. Retrograde sigue en tono calmado, un medio tiempo apacible que no desentona, pero tampoco me vuelve loco. River Cross cierra el trabajo, y desde luego está bien colocada en el trabajo, tema de final de disco claramente con tono muy crepuscular y sin aportar demasiado.


En definitiva Gigaton no es el mejor trabajo de Pearl Jam, pero va a incluir por lo menos cinco o seis temas a su repertorio de directo que pueden resultar realmente brillantes.

Os dejo con Never destination.

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