The Alan Parsons Project es el proyecto que Alan Parsons y Eric Woolfson decidieron emprender a mediados de los años 70, Alan Parsons era un ingeniero de sonido de renombre, participó casi como aprendiz en Abbey Road de The Beatles en 1969, y ya como Ingeniero jefe en The Dark Side of the Moon de Pink Floyd en 1973. Woolfson por su parte se había dedicado hasta entonces a escribir canciones para otros y tocar el piano como músico de estudio, teniendo éxitos en la voz de otros artistas como Marianne Faithfull o The Tremeloes, por ejemplo, y puso en marcha este proyecto junto a Parsons. Dicho proyecto tenía el enfoque centrado en hacer discos como películas, en las que ellos serían los guionistas y directores y utilizando a músicos y cantantes para interpretarlas. Y así comenzaron en 1976 con un musical sobre Edgar Alan Poe, sobre que el que Woolfson llevaba tiempo trabajando, The Tales of mystery and imagination. Su carrera fue muy prolífica, haciendo casi un disco al año de media, teniendo siempre a Andrew Powell como miembro estable al mando de los arreglos orquestales.
Fue ya a finales de los años 80 cuando la unión llegaba a su fin, y su último trabajo editado en 1990, Freudiana, era un trabajo basado en la obra de Sigmund Freud. Los dos músicos se pusieron a ello, siempre he pensado que Woolfson más en tareas de composición y Parsons en las de producción, aunque ambos aparecían como compositores de los temas, pero en esta ocasión surgió la figura de Brian Brolly, ex-futbolista metido a promotor musical y de todo tipo. Él fue el que vio el potencial del proyecto como espectáculo teatral y no quedar sólo como un disco más del dúo musical. Lo que resulta curioso, es que el álbum con el título Freudiana, no estaba firmado ni por el nombre del grupo ni el de ninguno de sus miembros, en su portada y en su promoción, a pesar de que en el disco participaron muchos de los músicos habituales con ellos.
Musicalmente se trata de un maravilloso álbum doble, en el que hay una paleta amplísima, quizás en el que eso llega a su punto más culminante de todos, sin faltar por supuesto sus míticos cortes instrumentales, como el que iniciaba el trabajo en cada uno de los dos discos.
Musicalmente se trata de un maravilloso álbum doble, en el que hay una paleta amplísima, quizás en el que eso llega a su punto más culminante de todos, sin faltar por supuesto sus míticos cortes instrumentales, como el que iniciaba el trabajo en cada uno de los dos discos.
Os dejo con dos temas de aquel trabajo, el instrumental The Nirvana Principle, con unos arreglos orquestales bestiales y Freudiana, un tema cantado por el propio Eric, al nivel de Eye in the sky o más.
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