Como decía ayer, R.E.M., la banda de Athens, Georgia, editó en 1996 el que para mí probablemente sea su disco más completo, honesto, genuino, especial y fruto de una inspiración soberbia, el New Adventures in Hi-Fi. Estaban, por aquel entonces, embarcados en la gira del disco Monster, que les llevó por medio mundo, además ya estaban en lo más alto desde el pelotazo de Out of time, por lo que era algo casi obligado salir de gira. Para ellos, tocar las mismas canciones una y otra vez era algo tedioso, así que en palabras que leí a Peter Buck, se propusieron grabar temas nuevos en las pruebas de sonido, entre concierto y concierto, una idea algo loca, pero que fue tomando sentido y que acabó convirtiéndose en un trabajo memorable. De los 14 temas, 10 fueron grabados en directo, por así decirlo, en esas pruebas antes de los conciertos, y las otras cuatro en Seattle en el estudio, siendo las más instrospectivas y las que dan el contrapunto a aquellas.
Por otro lado, este álbum representó el fin de la banda como cuarteto fundador, ya que Bill Berry grabó este trabajo y lo dejó, después de su derrame cerebral en esa gira de Monster en un concierto en Suiza, decidió que ya era suficiente para él.
Pero lo que es innegable es que este álbum tiene un sello, una frescura y unos temazos, que hacen que a día de hoy sea el disco que mejor perdura del grupo en el tiempo, ya que venían con esa furia guitarrera del disco anterior, que canalizaron de manera brutal, mezclado junto a melodías más trabajadas y de una sensibilidad apabullante.
Hoy me quedo con la canción que lo comenzaba, How the west was won and where it got us, otra de esas cuatro que balancean el tono del disco y le dan una coherencia y sentido, aparte de una variedad tremenda de paleta, una canción tranquila, con destacada importancia del teclado, pero cuyos cambios son preciosos y tiene una calidad en la composición brutal, de esos temas que al principio no te dicen nada y cuando lo escuchas dos veces dices... "¡¡¡leches!!!".
Hoy me quedo con la canción que lo comenzaba, How the west was won and where it got us, otra de esas cuatro que balancean el tono del disco y le dan una coherencia y sentido, aparte de una variedad tremenda de paleta, una canción tranquila, con destacada importancia del teclado, pero cuyos cambios son preciosos y tiene una calidad en la composición brutal, de esos temas que al principio no te dicen nada y cuando lo escuchas dos veces dices... "¡¡¡leches!!!".
Os dejo con el tema y vídeo de How the west was won and where it got us.
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