martes, 12 de enero de 2016

La importancia y trascendencia de David Bowie.


Son momentos muy difíciles para los que siempre adoramos a David Bowie. No solamente se trata de un peso pesado de la música, ante todo hablamos de un artista en toda la extensión de la palabra, no sólo era un enorme músico con una creatividad desbordante, genial e inquieto, irreverente y que siempre hizo lo que quiso, sino alguien distinto y muy genuino. También es destacable su faceta como actor, y la más desconocida y en la que él siempre se consideró un aprendiz, la de pintor, que muchas veces le servía de vía de escape para seguir componiendo cuando se atascaba, como él mismo decía. Por si fuera poco llegó a a entrevistar a sus pintores favoritos para una revista de prestigio, esos pintores eran unos privilegiados.
En el caso que nos ocupa mi trayectoria con su discografía ha sido muy autodidacta, empecé a comprarme discos del Duque Blanco porque me gustaba todo lo que oía de él, y a partir de ahí, disco a disco, canción a canción, empezaba a investigar y a preocuparme por un personaje interesantísimo en múltiples aspectos.
Pero en su caso, todo se tornaba especial, un tipo venido de otro planeta cuya imagen siempre fue protagonista como un añadido, nunca como lo más importante. Muchos han intentado imitarle, y se han quedado en el camino, David Robert Jones sólo había uno.
El Major Tom se puso el casco y ascendió sin avisar, y nos ha dejado huérfanos, tristes y sin rumbo. Un astronauta muerto es el protagonista del arranque del vídeo de Blackstar, muy premonitorio, y decía "Mira aquí arriba, estoy en el cielo".


El siglo XX ha tenido muchos protagonistas, pero en su caso estamos ante una figura, que una vez pasado al siglo XXI se seguía reinventando. Pocos artistas se han reinventado tanto y a si mismo como David Bowie, y es ahí donde radica mucha de su grandeza, porque el no querer estancarse y a la vez seguir influyendo a múltiples generaciones, solo está al alcance de muy pocos, de los elegidos. Pero me resulta muy curioso en su caso el hecho de que siendo un artista en constante renovación, mucha gente a finales de los 80 y sobre todo en los 90 lo dejara en el olvido, un error bajo mi punto de vista, ya que tuvo la visión de seguir siendo la vanguardia en todo momento, de seguir siendo capaz de aglutinar a sus viejos seguidores con otros nuevos y no dejar de parir magníficos trabajos.
Vivimos tiempos difíciles, donde una generación nacida en los años 40 empieza a despedirse, pero es la más gloriosa, y si ya Lou Reed nos dejó hace 2 años y algo, gran amigo de David con el que tenía una estrecha relación, esta pérdida me toca especialmente la fibra al ser mi músico preferido. Seguro que Bolan, Ronson, Lennon y Lou están montando una fiesta para recibirle allá en el planeta a donde regrese.


El shock que todos vivimos por su muerte, ya que su enfermedad no había trascendido (al igual que cuando volvió con The next day, que nadie lo esperaba, y llevaba dos años grabando en silencio) da fe de su importancia y de su trascendencia como persona. La torre que reza Rest in peace en su tierra, las redes sociales inundadas recordando las innumerables caras del camaleón, los admiradores depositando flores y velas ante su apartamento de la calle Lafayette, en el Soho neoyorkino y en Brixton, el barrio del sur de Londres que le vio crecer...
Ha iniciado su último viaje vestido de astronauta, y le echaré de menos, mucho de menos, ya le estoy echando de menos y lo que queda... y estará cantando aquello de "Planet earth is blue, and there is nothing I can do..."




Hoy me acuerdo de esta canción, el All the young dudes, que compuso para Motth The Hopple, pero que también grabó él mismo, aquí en una versión de directo de 2004 en el festival de la Isla de Wight.

4 comentarios:

  1. Yo le conocí antes de Tonight, con los videos de Modern Love, China girl y Let's Dance, luego viví in situ la publicación de Tonight, y me lo compré en casette, que aún conservo, luego la etapa berlinesa y en la mili Ziggy y Space Oditty, en los noventa nos distanciamos, pero con Headen volvimos, una putada su enfermedad y que suspendiese...ahora es historia, una luminaria en el firmamento.
    A aguanttar el tirón tío.
    Abrazo.

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    1. Addison de Witt: Bueno, es que esa época fue la más comercial, la de Let's dance (el disco) y Bowie sonaba a todas horas en la radio, pero cuando yo le descubrí, me iba más para atrás al principio, de hecho recuerdo el singles collection cd 1 que lo machaqué en una época a saco y no tenía desperdicio alguno.
      Heathen es una obra maestra hermano, su gran discarro de principio de siglo, y no te olvides de The Next Day, maravilla.
      Es duro esto, no lo llevo bien, admito que lo llevo mal.

      Abrazos.

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  2. Desde mi punto de vista la importancia y trascendencia reside en lo innovador que fue en los setenta. Sus posteriores reinvenciones no me convencen a nivel general en el tiempo, incluido su período berlinés, aunque canciones nunca le han faltado y reconozco que es un artista que ha dado motivos para levantar pasiones como pocos. Brazzzzo.

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    1. Johnny J.J.: Discrepamos, innovador lo fue siempre, otra cosa es que a ti te gustara más en una época que en otras, pero siempre fue innovador (Earthling es un clarísimo ejemplo), en cada disco, en cada propuesta.
      Mira, por ejemplo su período berlinés me parece un acierto bestial, excluyendo Lodger, el más flojo de la trilogía.
      Bowie ha levantado pasiones porque a parte de parir discos descomunales, tenía imagen cambiante, era un tío inquieto y también creaba tendencia con sus peinados, ropas o conjuntos, y no nos olvidemos de su gran inteligencia y carácter especial de estrella única.

      Brazzzos.

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