En el año 2007, Bruce Springsteen editó "Magic" un disco en el que volvía a grabar en estudio con la E Street Band, en la que todavía estaba Clarence Clemons, además de Roy Bittan, Danny Federici, Nils Lofgren, Garry Tallent, Max Weinberg, Stevie Van Zandt y Patti Scialfa.
Como todo el mundo sabe, el Boss cuando se junta con la E Street Band suele hacer discos de rock, y no discos de tono acústico ni introspectivo.
We Shall Overcome, su álbum anterior, era todo un rendido homenaje al folk norteamericano y más concretamente a la figura de Pete Seeger, y desde ahí estaba claro que el cambio iría hacia el terreno del rock.
Sé que este disco tiene muchos detractores, pero aquí enarbolo la bandera de un defensor que lo aplaude y sobre todo que ve en dicho álbum muchas bondades. Parece como si Bruce ya no pudiera hacer discos de rock ¿porqué? Si ha sido probablemente una de las cosas que mejor ha hecho siempre, además de contar con una de las mejores bandas para poder hacerlo. Para mi, el problema parte de que la gente enseguida se pone a comparar, que si con Born to run, que si con The River, que si con Born in the U.S.A, etc., ese para mi es el error, ya que esas obras maestras del pasado hay que situarlas en su contexto y en su época, pero aquí hablamos de Bruce en el 2007, con una banda veterana y a muy buen nivel, de la que vuelve a sacar buen jugo. Las canciones rápidas y más rockeras suenan como un reloj, las de medio tiempo o tranquilas están resueltas con gran brillantez, si a eso le añadimos que el Boss sigue a buen nivel de composición, con buenas letras dónde básicamente, el hombre ama a su país, pero su país se ha vuelto un lugar que no comprende, y canta con amargura incendiada y un montón de símbolos de un pueblo hipnotizado, insensible, torpe y enviado a la guerra, y su voz no se resiente, no podemos hablar de un mal disco, ni mucho menos. Lo mejor de Bruce en este álbum, es que para nada es una versión recalentada de si mismo, sino que creó un disco muy digno y adictivo, por lo menos para mi. Otro dato importante es el productor, Brendan O'Brien, que es un pedazo de profesional que se ocupa de que todo suene muy creíble, y lo consigue.
Así pues el álbum empieza con Radio Nowhere, un trallazo de tema, puro rock estilo Springsteen, con una buena melodía, guitarras ardientes y uno de esos temas que siempre deberían sonar en radios, televisiones, gasolineras, supermercados, etc., para mi un tema que siempre me da buen rollo. Sigue el trabajo con You'll be comin' down con su inicio de guitarras, alcanza un climax de medio tiempo espléndido, con estribillos poderosos y bien encajados, además de ese sólo de Clarence estupendo. Livin' in the future me parece fantástica, con un aire a Tenth Avenue Freeze Out, pero que yo sepa eso no es malo, menudo referente, mandando desde el inicio el saxo de Big Man, pero claro es un tema alegre y dicharachero que tiene un buen estribillo y un desarrollo genial, por tanto uno de los momentos álgidos del disco, sin duda. Your own worst enemy tiene buenos arreglos de cuerda al inicio, para pasar a un tema de medio tiempo, quizás algo nostálgico y melancólico. Llega Gypsy Biker, otro momento álgido para mi del disco, con una harmónica inicial estupenda, que hace la introducción para que entre la voz de Bruce y después toda la banda que suena de lujo, otro giro de tuerca en su estilo y de esas canciones para ir en el coche con la ventanilla bajada y a todo volumen, ¡¡¡viva el rock de esta forma!!!
Girls in their summer clothes es una oda al eterno verano, ese lado pop con reminiscencias a Phil Spector por el "como suena" que Bruce explota poco y de vez en cuando. I'll work for your love con ese precioso piano inicial, da paso a las percusiones y la voz de manera brutal y desarrolla un típico tema Made in Boss. Magic, tema que da título al disco, es una canción recia, la más acústica del álbum, devastadora, reflexiva y con un poso melancólico y con un violín de fondo realmente extraordinario. Last to die es un tema redondo, desde su inicio hasta su fin, de esas canciones donde la banda suena como un rodillo y desde el inicio se adivina que el ritmo, el estribillo y todo está en su sitio.
Con Long walk home se inicia el trío épico final, y en este tema me detengo especialmente, vaya joya, ahí se funden el Bruce folk, el rockero, el profundo y hasta el más comercial con un estribillo demoledor, una canción simplemente perfecta. Devil's Arcade sigue en la senda épica, pero de manera más tranquila, con un tema más reposado y de detalles que tiene su explosión de mitad hacia adelante. Terry's song con ese piano y la acústica de Bruce que canta muy en plan country cierra el disco, luego se añadirá la harmónica para completar un gran tema.
En definitiva un buen disco, que tiene todo lo que tiene que tener un álbum de Bruce Springsteen bajo mi punto de vista, y que sobre todo se sustenta por muy buenas canciones en varios terrenos, no sólo en el rockero, sino también en el acústico o incluso en el pop.
Os dejo con el tema y vídeo de Girls in their summer clothes.