En el año 1977 la banda australiana AC/DC daría un golpe en la mesa con Let there be rock, un disco de puro y duro rock and roll, con base de blues y boogie-rock. La voz cantante es Bon Scott y quien hace las letras cachondas y con citas sexuales, a los que arropa la brutal fachada sonora rockandrolera de los hermanos Young a la guitarra rítmica y solista, Malcom y Angus, respectivamente, mientras la sección rítmica de Mark Evans al bajo y Phil Rudd a la batería, es pura dinamita.
El tema que da título al álbum es una aténtica bombaca, que ya desde el inicio impone un ritmo trepidante, que tiene cambios que siguen elevando la tensión rockera y cuyo solo de Angus Young es memorable.
No menos memorable es el vídeo de la canción con los miembros de la banda vestidos de curas y monagillos y tal... Que el padre Scott os bendiga hermanos...
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