El Modfather ha vuelto, y después de su resbalón con Sonik Kicks en 2012, bajo mi punto de vista, donde quiso innovar y no le salió muy bien la jugada, ahora ha acertado. Aquí recupera, no sólo calidad de composición, sino que se deja de artilugios de más, para ofrecer lo mejor de su repertorio y tener momentos al piano realmente excelentes, meter coros muy interesantes y compaginar soul, funk y rock de manera estupenda, con su clase de siempre. De hecho la producción en algún momento, cuando parece que puede ser excesiva o pomposa, se queda ahí, en el punto exacto para no empalagar ni darse la vuelta en sentido negativo y provocar rechazo, haciendo que los temas tengan valía por si mismos.
Saturno, ese planeta rodeado de anillos, parece haber sido la inspiración para Mr.Weller, y desde luego trae buenas sintonías. Lo mejor de Paul es que es un incoformista sonoro, y le da bastante igual lo que piensen tanto la prensa como los fans más acérrimos, ya que lo fácil sería vivir de los royaltis y tirar a lo fácil repitiendo estructuras que antaño le dieron réditos, pero el de Woking es un culo inquieto, aunque admito que sus evoluciones no son siempre bien entendidas, pero en no estancarse está su verdadera virtud, aunque unas veces acierte más que otras. Por eso, en 2008 inició un giro estilístico con “22 Dreams”, ese excelente álbum, cambio que se acentuó en un muy decente “Wake up the nation” (2010) y que se concretó de manera definitiva en el irregular “Sonik kicks” (2012). Aquí la exploración de sonoridades continúa, y hay rock progresivo, algo de electrónica, incluso jazz en algunos momentos. Eso significa que hay equilibrio, entre las influencias sesenteras del artista y las nuevas tendencias que siempre le han atraído.
Con White sky, aquel que fuera el primer adelanto del álbum y sus guitarras y efectos espaciales muy zeppelianos comienza el disco, y con la voz del Modfather ocultada o distorsionada aposta bajo el manto instrumental, dentro de un ritmo algo machacón y repetición de estribillo, gran comienzo. Un piano saltarín inicia la melodía de Saturns Pattern, alegre tonada con la que Mr.Weller nos sorprende positivamente, y es aquí donde para mi recupera bríos con unos desarrollos dentro del tema muy acertados, tanto en teclados, como con los coros souleros y ese ritmo a medio camino entre el funky y el reggae. Going my way es una auténtica perla, desde el inicio lento con Paul al piano, se desarrolla una preciosa melodía que va cogiendo ritmo (y ese tono Beatle, McCartiano para ser más exactos) y es maravillosa de principio a fin, con sus subidas y bajadas. Long time es un rock de alto voltaje de dos minutos escasos, con fuerza en las guitarras, gran ejecución y estribillo pegajoso y adictivo, además de añadir ruiditos de fondo que no desentonan. Pick it up tiene un claro ritmo funky (ecos de la época Style Council) ya desde el inicio, ese estilo que tanto gusta al inglés y en el que se siente la mar de contento, para que luego entre el estribillo y la melodía con un órgano brutal, delicioso medio tiempo, magnífico, incluyendo esos extraños efectos de fondo, casi un leit motiv del álbum pero que no molestan. I'm where I should be con la sección rítmica abriendo el tema, es quizás la canción a la que menos apego tengo todavía, aunque no es mala melodía, el desarrollo y los puentes no me parecen muy destacables. Phoenix se abre con efectos electrónicos y coros, para luego mezclar una serie de estilos, como rock, soul, funky y en buena sintonía todos, aquí si que los cambios de ritmo están acertados, y se aprecia cierta psicodelia electrónica en el desenlace (lejanos Pink Floyd setenteros). In the car... con su inicio acústico nos descubre una pieza interesante, a la que se le añade un punzante piano, para luego con la voz distorsionada de Paul de nuevo incidir en el aspecto psicodélico. These city streets remata el disco, la pieza más larga del disco, ocho minutos y medio de puro Weller, fundiendo estilos, en un medio tiempo brutal, donde cada instrumento está en su punto, la melodía es excelsa, los coros dan un toque preciso y soulero, que terminan con calidad el álbum.
En definitiva un disco que recupera nivel con respecto a lo anterior, sin llegar a ser su mejor trabajo, pero que da síntomas de que todavía tenemos músico para rato, y que aquí deja claro por momentos gran parte de su clase.
Este texto fue escrito por mi para Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Este texto fue escrito por mi para Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Os dejo con el tema Going my way, interpretado en la BBC.
Desconocía que Weller era de Woking, la misma sede que McLaren, mira tú de lo que se entera uno leyendo tus entradas. Este disco me lo compro sin dudarlo ni un segundo. Weller me parece, junto a Beck, uno de los mejores compositores de música contemporánea actualmente. Tendrá sus altibajos, como todos, pero no hay duda que está muy en la onda de recoger los sentimientos actuales del entorno y hacer música con ellos.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Javier de Gregorio: Pues si, de Woking, en el condado de Surrey. Mejor de McLaren no hablar, que no me tienen muy contentos.
EliminarEs un buen disco, sin ser su mejor trabajo, pero recupera cosas muy buenas del Modfather y eso siempre es de agradecer.
Si, la verdad es que hay varios buenos, Beck y Paul, y alguno más como Jack White, además de alguno enrolado en grupos que están siempre a gran nivel.
Abrazos.
Pues para mí no consigue levantar cabeza, brother. Mejor que el anterior pero... Y lo digo con el mayor aprecio al modfather. Brazzzzzo.
ResponderEliminarJohnny J.J.: Teniendo en cuenta que es bastante mejor que Sonik Kicks, para mi si levanta cabeza, eso si, sin ser su mejor trabajo.
EliminarBrazzzzos.