Miles Davis y Carlos Santana eran amigos y compartían puntos de vista afines sobre la música, y por supuesto colaboraron juntos. De las cosas que hicieron, un momento cumbre es cuando en el concierto por Amnistía Internacional de 1986, celebrado el 15 de junio de aquel año en el estadio de los Giants en New Jersey, interpretaron Burn, una suerte de jam donde Miles toca su trompeta en la parte inicial, mientras la banda de Santana está a tope con las percusiones, y hay dos invitados de excepción, uno es Robben Ford a la guitarra y otro es Bob Berg al saxo, y madre mía lo que sale de ahí... gloria para los oídos.
Ésta interpretación se recogió en un álbum llamado The King of priests.
Os dejo con esta maravilla donde se fusiona el jazz con la música latina, el free-jazz con el rock...
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