The Kinks, la banda más inglesa de todas las británicas, editó en 1977 Sleepwalker. Hablamos de una época donde llevaban ya desde principios de los 70 tocando de nuevo por Estados Unidos (levantado su veto de 4 años), Ray había superado, casi suicidándose, el divorcio de su primera mujer Rasa, y le dio fuerte por el music hall y el cabaret, haciendo de la música de los Kinks representaciones teatrales. Pero aquí vuelven a hacer un disco de rock, y abandonan la idea de los discos conceptuales, y para mí es un trabajo excelente. Como anécdota, fue el último disco en donde participó el bajista John Dalton, al que sustituyó Andy Pyle a partir de ahí (aunque toca ya el bajo en una canción de este álbum). John Gosling seguía a los teclados, y los tres miembros originales como no, Ray Davies a la voz y guitarra, Dave Davis guitarra solista y coros y Mick Avory a la batería. Primer disco para Arista Records, abandonan RCA. Si que es cierto que en este álbum hay ecos de los Rolling Stones, de T-Rex, incluso de la Steve Miller Band.
El álbum se compuso de 9 temas, de muy buena calidad, pero en las sucesivas reediciones del álbum fueron saliendo descartes, algunos caras B y otros que fueron publicados en recopilatorios raros. Artificial light es uno de los temas que se quedó fuera en su día y salió a la luz en esas reediciones posteriores, tema alegre, con armónica rimbombante y un Ray Davies en su salsa. Este álbum salió editado tal día como hoy hace 47 años.
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