Qué disco más espectacular es el Communion de la banda sueca The Soundtrack of Our Lives, un compendio soberbio de temas redondos. Un álbum doble realmente portentoso donde hay 24 temas como 24 soles y en el que muestran diversas influencias sesenteras y setenteras, con gran labor melódica, armonías vocales tremendas y su siempre base psicodélica con cierto toque barroco.
Ebbot Lundberg con su personal voz, ese hombre vestido de cura y verdadero chamán, esas guitarras de Ian Person y Mattias Bärjed (que sustituyó en 1997 al primer guitarrista Björn Olsson), Martin Hederos a los teclados, Kalle Gustafsson al bajo y Fredrik Sandsten a la batería era un sexteto de mucho tronío.
Hoy hablo del tema que empezaba el segundo disco, Everything beautiful must die, con un principio tranquilo conducido por la voz de Ebbot y los coros que luego se va animando con esas guitarras en modo slide, preciosa tonada.
Hoy hablo del tema que empezaba el segundo disco, Everything beautiful must die, con un principio tranquilo conducido por la voz de Ebbot y los coros que luego se va animando con esas guitarras en modo slide, preciosa tonada.
Os dejo con Everything beautiful must die interpretada en vivo en un programa de televisión sueco.
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