Uno de mis discos favoritos, sin duda, uno de los mejores y más completos LPs de los Rolling Stones es Sticky Fingers de 1971. Siempre he dicho que mi trilogía fantástica de los ingleses la componen Let it bleed, Sticky Fingers y Exile on Main Street, para mí época cumbre de la banda, donde curiosamente estaba Mick Taylor a la guitarra, en mi humilde criterio un músico que aportó mucho al grupo. En el año 2015 salió una edición de lujo de este álbum donde en el segundo compacto había versiones alternativas, otras tocadas con Eric Clapton y una selección de material en vivo en Londres en ese año.
Los Stones, a diferencia de The Beatles, y para mi siempre un peldaño por debajo en composición, tenían la gran cualidad de que iban superándose disco a disco y cada vez lo hacían mejor, y si bien en los 60 fueron entrando en una calidad suprema al final de la década, será en el primer lustro de la década de los 70 donde brillarán con luz propia. En este disco en concreto hay una curiosidad, y es que hay temas maravillosos, temas buenos y temas correctos, pero los que son fuera de serie valen un potosí.
Can't you hear me knocking es quizás el tema más complejo del disco, con una primera parte rockera típica del grupo, pero con un desarrollo posterior, quizás algo largo, en plan jazzístico, quizás excesivamente largo.
Os dejo con Can't you hear me knocking.
No hay comentarios:
Publicar un comentario