En 1990 Gary Moore sacó su mítico y gran disco de rock-blues Still got the blues con el que dio un giro a su carrera. 11 años después en 2001, editó un auto homenaje de blues-rock enérgico, donde alternaba temas propios (60%) con versiones (40%), y francamente llegaba al nivel de aquel otro. Entre medias el irlandés había cerrado su primera trilogía de blues-rock, a saber Still got the blues/After Hours/Blues Alive, emuló a Eric Clapton para hacer su Cream particular con Jack Bruce y Ginger Baker en BBM, rindió homenaje a Peter Green en Blues for Greeny, experimentó con pop, soul y electrónica en Dark days in paradise y volvió a las cajas de ritmos con aire a Jeff Beck en A different beat. Pero en este trabajo del que hablo hoy, este Back to the blues de 2001, se juntó con excelentes músicos y eso se nota en el resultado. Vic Martin a las teclas, Peter Rees al bajo, el ex-batería de Primal Scream Darrin Mooney, y una sección de vientos compuesta por Martin Drover a la trompeta, Frank Mead al saxo tenor, Nick Payn al saxo barítono y Nick Pentelow al saxo tenor, que provocan que el disco suene muy enérgico y dinámico.
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