miércoles, 9 de mayo de 2018

Arctic Monkeys - Tranquility Base Hotel & Casino (Disco) (2018)


Desde hace meses se sabía que la banda británica Arctic Monkeys iba a editar nuevo disco, el sucesor de AM, su obra cumbre en muchos sentidos de 2013, y con el tiempo se supo que su nombre era Tranquility Bass Hotel & Casino. Realmente no son cinco años tal cual, entre medias Turner hizo el disco con Miles Kane de The Last Shadow Puppets con gira, y Helders grabó Post Pop Depression con Iggy Pop con el que también giró. Como es lógico y normal fans del grupo han estado sigilosamente atentos (yo entre ellos) a cada movimiento de la banda en redes sociales, entrevistas, primeras actuaciones y demás, pero con la intriga del contenido del álbum que sale el viernes día 11 de mayo y del que no hay ni un mísero vídeo de adelanto. Tanto enigma puede suponer dos cosas, o bien el disco es la repera de bueno o bien es una cagada antológica. Pues bien, después de un par de calmadas escuchas (tranquility listeners), ya digo de primeras que si la gente esperaba un disco, han hecho otro... pero no otro en el que hayan cambiado su estilo de manera tajante ni historias de esas, aunque bueno a ver, cambios hay, el problema es que... no van a ser muy entendidos me temo. Me explico, dónde lo han clavado es en lo de Tranquility, porque el álbum es tranquilito, tirando a lento, por no decir lentorro. Eso no sería un problema si las canciones fueran buenas, pero ahí tampoco vamos del todo bien, no hay casi momentos en que digas ostras ya lo entiendo y me complace, pues no, sinceramente Alex Turner y sus chicos no sé qué han querido hacer, es como si se hubieran ido a componer a una habitación de un hotel de lujo, y se hubieran rascado sus partes, con gusto, eso sí.


Si tenemos como referencia el final de AM, podríamos decir que ahí justo empieza este álbum, aquel I wanna be yours era el final tranquilo y lento de un gran disco, pero éste empieza con una canción muuuyyy calmada como Star Treatment, donde hay un ritmo pausado, con algún tecladito embellecedor y la voz de Alex Turner en plan crooner como absoluta dominadora del tema, atrás quedaron los guitarreos de antaño, los cambios de ritmo alocados... pero no sólo en este tema, en todo el disco, la labor de Jamie Cook, el guitarrista ha sido casi testimonial, suena casi de fondo su guitarra. One point perspective quizás sea la mejor canción de disco, aunque tampoco es que suba muchos enteros el ritmo, llega al medio tiempo por los pelos, aquí la guitarra suena (se tiene que ganar el sueldo) y la melodía por lo menos es llamativa, aquí se nota que por lo menos no se les olvida componer. American Sports va casi unida, y en la misma onda, y sus cambios en la melodía también la salvan, pero el tono no pasa del medio tiempo. Y vuelve la pausa con la tonada que da título al disco, Tranquility Bass Hotel & Casino, vamos que los chicos estaban muy a gusto en la suite, la guitarra otra vez de fondo y algún sampler que se torna en protagonista junto a la voz de Alex. Golden Trunks parece por un momento que con la guitarra del principio puede cambiar la cosa, pero es un farol, todo sigue por ese sendero calmado y en este caso bastante melancólico.
Four out of five es el medio tiempo del disco, este llega bien a ese calificativo, y realmente es un speech cantado de Turner, al que se le musica de manera excelente, y donde hay síntomas de que ellos no se han pegado un tiro, compositivamente hablando. The world's first ever monster trunk from flip con ese teclado tontorrón y en la misma nota el primer minuto me resulta chirriante, luego cambia y aparecen los coros, pero vamos que nada cambia en el ambiente. Sciencie Fiction quizás sea el tema más oscuro y psicodélico con ese teclado humeante, poca variante dentro de lo que hay. She looks like fun es un intento de ser el tema rockero del disco al principio, pero chico ni por esas, se pierde después de unos riffs al inicio y un ritmo teóricamente más elevado. Batphone vuelve a la calma y la pausa, y en cierto sentido al tono del disco, anodino. The Ultracheese es el final, y claro después de un trabajo de ritmo calmado, llega el turno de la más lenta, imaginad el asunto, pero es una hermosa canción si, el problema es que hay siete u ocho iguales.


En definitiva, estos Monos Árticos me los han cambiado, alguien los ha metido en un hotel o en un casino, los han reblandecido, rebozado y servido espachurrados... no sé no le cojo el punto.

Os dejo con la interpretación en el show de Jimmy Fallon de Four out of five, la más movidita...

2 comentarios:

  1. Es como un disco de Alex Turner en solitario, el resto sobra. Debería ser ese el salto y no formar parte de un álbum de Arctic Monkeys. Su resaca solitaria en ese hotel sería más aceptada/acertada

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    1. Anónima: Es que no parece un disco de la banda, es como si a Alex Turner le hubiera acompañado un grupo de buenos músicos en su volada hotelera... pero han desvirtuado lo que era Artic Monkeys y su inmaculada discografía hasta ahora.

      Saludos.

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