Lo llevo diciendo meses, la banda norteamericana de Detroit Greta Van Fleet editaron el pasado 16 de abril de 2021 su nuevo álbum titulado The Battle at Garden's Gate, su primera publicación desde que editaran su primer álbum largo Anthem of the peaceful army que tanto éxito y buenos réditos ha dado a la banda de Detroit, entre ellos una tremenda gira de tres años. Lo último que supimos de ellos fue Always there, un descarte de su disco del año 2018 que se incluyó en la banda sonora de la película A million little pieces (traducida aquí como "En mil pedazos") un film dirigido por Sam Taylor-Johnson y que salió en 2019. Ya tuvimos un primer adelanto de este segundo álbum, la gran canción My way, soon en 2020. El trabajo ha sido producido por Greg Kurstin (productor habitual de Foo Fighters) y desde luego ha potenciado las virtudes de esta banda, que son muchas. La formación sigue siendo Joshua Kiszka a la voz (y vaya portento), Jacob Kiszka a la guitarra, Samuel Kiszka al bajo y teclas y Daniel Wagner a la batería. Una banda que demuestra ser un grupo de verdad, donde todos aportan.
El disco comienza con Heat above, una obra maestra en sí misma, que apunta a lo épico empezando de menos a más y teniendo momentos álgidos y la voz de su cantante siempre protagonista, un comienzo por todo lo alto. My way, soon continúa, ese homenaje a tanto tiempo de gira, tema rockero y zeppeliano y donde se nota la gran evolución del grupo y el sonido más maduro. Broken bells es otro temazo del disco, tranquilo al principio hasta que explota en el último tercio con un solo de guitarra majestuoso, brutal. Built by nations vuelve al rock de onda zeppeliana, sonido potente, muy compacto, otro gran tema. Age of machine, es más larga de duración y tiene cambios de ritmo bestiales mientras la voz de Joshua ruge. Tears of rain es un tema de inicio pausado con guitarra acústica y piano y que rompe con la voz de su cantante para el final con su crescendo.
Stardust chords vuelve a demostrar el carácter de su cantante y garra y fuerza del grupo, un tema realmente potente y excelente, que suena de lujo. Light my love podría ser la balada del álbum, buen y precioso tema. Caravel es un medio tiempo brutal, de un factura tremenda, gran desarrollo y enorme punteo de guitarra. The Barbarians rompe desde el inicio con una guitarra que manda y un gran desarrollo, mucha fuerza también en esta pieza. Trip the light fantastic destila estilo clásico en el inicio, para luego ser un gran medio tiempo. The weight of dreams cierra el disco, la más larga, buen final, aunque quizás excesiva duración, pero cuando te lo has pasado tan bien, todo vale.
En definitiva un disco que mantiene vivo el rock, una formación compacta que evoluciona de vicio y que puede que vayan por el mejor camino para ser referencia en poco tiempo.
Os dejo con Heat above en vivo.
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