Este es uno de esos discos que forman parte de la historia de la música por derecho propio, y digo bien si afirmo que es un disco de "Rock and roll" porque lo que hay en el Back in Black de AC/DC, es puro y duro rock and roll, que no me vengan con milongas de heavy y demás mandangas. Pero toda historia gloriosa, empieza con una triste noticia o piedra de toque, y ésta fue la muerte de Bon Scott, en febrero de 1980. Todo el problema de la muerte del mítico vocalista, pilla a la banda en el momento más frenético de composición que se recuerda, ya que el verano anterior habían editado Highway to hell, todo un exitazo. De hecho, y aunque sobre esto nunca se ha dicho nada al respecto, soy de la opinión de que éste álbum estaba ya compuesto por los hermanos Young, a falta de pulir producción y demás, para ser cantado por Bon Scott, pero su muerte que afectó mucho a los hermanos Young, en vez de tirarlo todo por la borda, si que espoleó al grupo a buscar rápidamente un sustituto, e hicieron caso al propio Scott, quien había dicho que uno de sus cantantes favoritos era Brian Johnson, de Geordie.
Afrotunadamente decidieron tirar hacia adelante, grabar el disco con Brian y quitarse el mal fario de encima, un disco que sigue siendo santo y seña de la banda a día de hoy, de hecho la mitad del disco sigue siendo tocado en vivo.
Let me put my love into you es un medio tiempo rockero que va a más después de un inicio tranquilo, una perla de canción "romántica" con su metáfora, una delicia que acababa la primera cara del vinilo.
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