Travis, la banda escocesa, editó en el año 2001 The invisible band, su tercer disco de estudio. Un álbum repleto de canciones de preciosas melodías, suntuoso, y de una calidad en las composiciones de categoría descomunal. Ya con su anterior trabajo dejaron claro que no estaban de paso, y con este afianzaron de manera increíble su estatus como banda británica del momento.
Para mi este disco contiene algunas de las mejores canciones del grupo, como Sing, el tema que abre el álbum con ese banjo que te introduce a la melodía para pasar a la voz de Fran Healey que te embauca y te lleva para que no dejes de disfrutar, una viaje sin parangón. Otro de los singles era Side, otra maravilla compositiva con estribillo adictivo, un crescendo que iba de menos a más y explotaba en dicho estribillo y una melodía arrebatadora.
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