Lo he venido diciendo desde hace un mes y algo, Nick Waterhouse editó nuevo trabajo el 9 de abril titulado Promenade blue. Se trata de su quinto álbum ya de estudio y anuncia gira para el otoño por nuestro país. El disco ha sido producido por Paul Butler (que también produjo el disco anterior) que al parecer ha aportado luz y energía al californiano que nos presenta un trabajo según sus palabras que "representa el renacimiento y la revitalización", junto al propio Nick Waterhouse. El disco rezuma calidad, algo ya habitual en este músico, y además tiene ese aroma cada vez más vintage del que dota a sus composiciones, para lo que ha vuelto a contar con una serie de músicos de alto copete como Rob Douglas al contrabajo, JB Flatt al órgano, piano y marimba, Anthony "Doc" Polizzi a la guitarra eléctrica y solista, Jason Smay a la batería (recordemos batería también de JD McPherson), Jessica Lee Wilkes al bajo eléctrico, Mando Dorame al saxo tenor, más una orquesta llena de violas, cellos, violines, trombones, etc., para practicar esa mezcla de soul, jazz, blues y rhythm & blues que tan bien sabe fabricar, con esas influencias de los años 50 y 60.
El disco empieza con Place names con esos coros femeninos que le acompañan y su aire sixtie, un gran comienzo para el trabajo, muy buen medio tiempo. The spanish look es una delicia donde jazz y blues se funden de manera perfecta, con coros masculinos y una preciosa melodía, clase a raudales. Vincentine me tiene completamente atrapado, una maravilla soul y rhythm and blues con un ritmo bestial y que suena a clasicazo instantáneo. Medicine es otra maravilla, un medio tiempo de tono soul y muy vintage, de esos temas que llevan su sello inconfundible con esos coros masculinos bestiales. Very blue fue el segundo adelanto y el primer vídeo, una canción alegre, medio tiempo excepcional de tono clásico y ritmo rimbombante con el color suyo favorito como piedra angular, el azul.
Silver bracelet es un medio tiempo en onda rhythm and blues de factura tremenda, muy sensual y donde los coros masculinos vuelven a aparecer. Promène bleu es un tema instrumental de marcado tono jazzístico, gran contrapunto para encarar la parte final del trabajo. Fugitive lover es rítmica y busca al amor perdido que cree poder volver a encontrar, musicado con esos coros graves masculinos adecuados. Minor time tiene la melancolía como aire fundamental, aunque el asunto vocal con los coros sigue siendo los que mandan. B. Santa Ana, 1986 es un temazo descomunal donde el órgano manda desde el inicio, mucho ritmo y un tema que quiere ser por parte del artista el nuevo himno para California, según sus propias palabras, menudo estribillo y vaya temón. To tell termina el trabajo en aire clásico, buen tema de despedida mezclando diferentes tipos de voces y con buenos cambios de ritmo.
Un disco que se escucha de maravilla, del tirón, donde no hay nada que sobre y cuyo disfrute es absoluto, además de estar producido con mucho gusto.
Os dejo con B. Santa Ana, 1986, una burrada de tema, interpretado en directo en un Café de Los Ángeles.
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