Hoy se cumplen 12 años de la pérdida de Antonio Vega, el músico madrileño, quizás uno de los mejores y más deslumbrantes músicos de una generación increíble, aquella que dominó la época de la movida y que ya fuera con un estilo más pop o más rock hizo con sus letras estremecer a más de uno y de una. Otro tema era su vida privada, con continuas caídas en las drogas, pero siempre trato de separar a la persona del músico, y su legado musical es inmenso. Es ahí, en ese legado donde me detengo, ya que, aparte de todo lo hecho con Nacha Pop, para mí hay temas que forman parte de mi vida, de mi crecimiento como persona, y desde luego algunas de las mejores canciones que se han hecho en castellano, las compuso él. Luego su carrera en solitario demostró toda su calidad a lo largo de una larga cantidad de años, con discos y canciones inolvidables.
Hay muchos trabajos de Antonio que son auténticos portentos musicales que escuchados a conciencia, te hacen ver que sólo un genio como era él, podía hacer algo así.
Hoy quiero detenerme en un disco realmente apasionante, el que fue su último disco de estudio publicado en 2005, ese 3000 Noches con Marga, que dedicara a su novia. Un disco lleno de muchos matices, miles de detalles, multitud de guitarras de todo tipo... y composiciones maravillosas, como Pueblos blancos, con un juego de distintas guitarras tremendo y una letra realmente espectacular. Con el paso de los años es un disco que me gusta más y más, tiene muchos momentos fuera de serie.
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