The Rolling Stones actuaron esta semana en Barcelona, dentro de su última gira. No estuve en tierras catalanas, pero sin duda que por lo relatado debieron ser dos horas fantásticas de estos incombustibles del rock and roll, cuyo pacto con el diablo se alarga por años y años.
En el año 2015 interpretaron el Sticky Fingers en vivo entero en el Fonda Theatre, una de sus cumbres compositivas que para mi es una de las tres grandes obras que están en el olimpo de su carrera, junto a Let it bleed y Exile on Main Street.
Un concierto realmente brutal, del que os voy a poner uno de sus temas y vosotros mismos decidía si sus Satánicas Majestades tienen cuerda para rato o no.
Os dejo con la interpretación de Can't you hear me knocking.
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