Gary Moore, el excepcional guitarrista irlandés, editó en el año 1978 su primer álbum en solitario, después de haber formado parte de los irlandeses Skid Row con su rollo bluesero y psicodélico, de los progresivos Colosseum y a medio camino todavía con Thin Lizzy, ya que al año siguiente grabaría Black Rose: A rock legend. Se lanza apuntando al hard-rock, pero con todo eso que ya llevaba en la mochila como base aprendida, por lo que hay momentos jazz-rock-fusión, toques experimentales, etc., un disco heterogéneo e interesante.
La alineación aquí es Gary Moore a las guitarras, voz, bajo, sintetizador, mandolina y acordeón, Phil Lynott que toca bajo y doble bajo en varios temas, además de hacer coros, Don Airey a las teclas, piano y órgano, John Mole al bajo y Brian Downey y Simon Phillips que se turnaban a la batería.
El tema que daba título al disco iba en la senda del hard-rock, gran tonada.
Muy buen disco y muy buena canción. No soy fan de toda su obra, pero este Moore sí que me gusta.
ResponderEliminarAbrazos.
Gonzalo Aróstegui Lasarte: Excelente, buena mezcla de estilos y muy fresco. Yo soy cada vez más fan de su obra, sobre todo la bluesera.
EliminarAbrazos.