Tame Impala editaron ayer 17 de octubre su nuevo álbum Deadbeat, que solamente es su quinto álbum de estudio y sucede cinco años después a The slow rush. Según el comunicado de prensa: "Está profundamente influenciado por la escena rave del oeste de Australia y la cultura bush doof, refleja una versión más espontánea y minimalista del perfeccionismo habitual de Parker".
Kevin Parker, líder máximo de la banda, trabajó en el álbum en su ciudad natal, Fremantle y en su propio estudio Injidup, en Australia Occidental.
Los músicos que han grabado el trabajo son Kevin Parker tocando piano, guitarra, sintetizadores, productor y mezclador, Matt Colton masterizando y Loren Humphrey en producción y grabaciones adicionales en tres canciones. Esto obviamente significa que ya no hay banda en el estudio y que Kevin Parker lo hace todo solo con un par o tres de colaboradores, es decir, esto ya es Parker y unos músicos que contrata para salir de gira. Hace ya tiempo que Parker es Tame Impala y Tame Impala dejó hace tiempo de ser un grupo como tal. Además la línea musical es muy personal de Parker y su evolución va hacia músicas más ambientales, menos psicodélicas, y sinceramente a mí me resulta menos atractiva, ya en el tercer disco hubo un cambio que ha ido a peor después en ese sentido.
My old ways comienza el disco, y es un buen reflejo de el punto en el que está Mr. Parker, sin guitarras, baterías, y dominando esos ritmos que ahora le embelesan, aunque parte del piano.


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