Sam Cooke editó varios singles, muchos de ellos con mucho éxito, cuando firmó por el sello RCA en 1960, dando un paso adelante hacia su total libertad expresiva. Esta gran compañía discográfica le permitió moverse entre varios géneros sin ser limitado por la empresa. Fue uno de los primeros artistas de color que conquistaron el control casi total de su producción y de los arreglos, representando en los años siguientes, un modelo a seguir preciso para los artistas negros decididos a salir del simple papel de cantantes, para convertirse en "artistas" en el sentido más amplio de la palabra, hablamos de un pionero en muchos sentidos.
Uno de esos singles que editó y que estaba compuesto por él mismo era Sad mood, una bonita canción donde contaba con unos coros estupendos, pero su voz era maravillosa.


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