Miles Davis - John McLaughlin (1970)

Miles Davis editó el 30 de marzo de 1970 Bitches brew, un disco que marcará un antes y un después en su evolución musical. En su álbum anterior del 30 de julio de 1969, In a silent way, hubo un primer acercamiento a un sonido eléctrico que sirve como claro precedente para este disco doble, que es una auténtica joya, en el que probablemente nace el jazz-rock, pero en el que también suceden una serie de, digamos hallazgos o descubrimientos de todo tipo, que colocan a este álbum entre los más importantes de su género. La amplia sección rítmica, la evolución en la forma de tocar del propio Miles y el importante uso de las posibilidades del estudio de grabación por parte del productor Teo Macero, hacen de este trabajo un disco único en su especie. Macero, que era saxofonista y compositor, aplicó técnicas de vanguardia del mundo de la clásica como la grabación, edición y manipulación de los sonidos mediante cintas magnetofónicas a muchos fragmentos del disco, lo que le convirtió en una referencia en el campo de la ingeniería sonora.

La tirada de músicos que graban en el disco es impresionante, desde Wayne Shorter al saxo soprano, Bennie Maupin al clarinete bajo, Joe Zawinul, Larry Young y Chick Corea al piano eléctrico, John McLaughlin a la guitarra eléctrica, Harvey Brooks al bajo eléctrico, Dave Holland al bajo o Lenny White, Don Alias y Jack DeJohnette a las baterías, dan una idea de lo que estamos hablando, mientras que el propio Davis toca trompeta.

John McLaughlin es un tema dedicado al guitarrista, que curiosamente es la canción de menos duración del trabajo, y donde hay un juego entre la guitarra del propio McLaughlin y todos sus compañeros de grabación con pianos ambientales cuyos acordes quedan en el aire como suspendidos, a los que siguen unas baterías brutales. Maupin con el clarinete da el contrapunto, siendo Davis un mero espectador, aunque aparece acreditado.

Os dejo con el tema John McLaughlin.