lunes, 4 de noviembre de 2019

The Raconteurs - Help us stranger (2019)


Como llevo diciendo durante todo el año, el nuevo y esperado disco de The Raconteurs, que lleva por título Help us stranger, salió a la venta el 21 de junio y tuvimos un doble adelanto en formato single de doble cara A justo cuando acababa el 2018, un par de andanadas tremendas que dibujaba un panorama muy esperanzador. Jack White, después de su último disco más experimental en solitario (no entendido por todo el mundo), ha vuelto a una senda más clásica. Digamos que esta formación intenta, con sus cuatro componentes abarcar o hacer más grande el rock and roll, estirándolo hasta límites insospechados con gotas de blues, psicodelia, funk, etc., algo así como "la fusión del funk de Detroit y el soul de Nashville..."
Jack White, Brendan Benson, Jack Lawrence y Patrick Keeler vuelven a la carga 11 años después de su último disco de estudio, aquel Consolers of the lonely, y desde luego que no han pasado inadvertidos, por lo menos para un servidor. Como músicos de apoyo han estado Dean Fertita que ha tocado toda clase de teclados, órganos y alguna guitarra, Joshua V. Smith al órgano y coros, Lillie Mae Rische el violin y Scarlett Rische la mandolina.
El disco es bueno, tiene una gran cantidad de buenas canciones y por derecho propio se merece estar entre lo mejor de este año.


Comienza el disco con Bored and razed, que tras unos tímidos acordes desata su furia rockera que la tiene y mucha, con cambios de ritmo y riffs de guitarra incendiarios mientras Jack se encarga de la voz en este caso. Help me stranger recuerda la época más blues de Jack con sus White Stripes en el inicio, con la voz sincopada, que en un final repetido da inicio al tema en sí, con una melodía estupenda y esos punteos marca de la casa de Mr. White. Only child es de corte más folk y acústico, y donde Brendan Benson está a la voz con los coros del resto, una delicia de medio tiempo en el que por supuesto Jack suelta su sólo brutal. Don't bother me desata al White más rockero y desaforado, un ritmo vertiginoso con amalgama de sonidos y un empaque tremendo. Shine the light on me con voces corales al inicio, da la entrada a un precioso piano y a una melodía sesentera realmente maravillosa, una joya de tema. Somedays (I don't feel like trying) es un country-rock de clase y categoría, donde la fuerza de las guitarras ruge en los cambios y le da una variedad tremenda a la tonada cantada por Mr. White.
La versión del álbum es de un tema sesentero de Donovan, el Hey Gyp (Dig the slowness), que en manos de estos músicos toma un concepto muy renovado y grandioso con la armónica desatada como gran protagonista tocada por Brendan Benson. Y llegan Sunday Driver y Now that you're gone, lo primero que escuchamos del disco al final del años pasado, el primero un trallazo rockero espectacular con cambios bestiales, y el segundo un medio tiempo delicioso de una calidad abrumadora, la primera cantada por White y la segunda por Benson. Live a lie con un riff trepidante es un rock atrevido y vuelve a subir los decibelios del trabajo. What's your is mine con esos acordes iniciales de guitarra introduce junto a la batería la melodía, para desarrollar luego cambios y un riff aún más contundente, temazo de tomo y lomo y en la que la guitarra me resulta muy Hendrix sin duda. Thoughts and prayers es la despedida en tono acústico, country y folk del disco, una canción tranquila y crepuscular para acabar un gran trabajo con el adorno de violes y mandolina.



En definitiva una reunión que ha resultado muy satisfactoria que por la calidad de las canciones hace que se convierta por derecho propio en uno de los discos del año.

Os dejo con el tema y vídeo de Sometimes (I don't feel like trying).

No hay comentarios:

Publicar un comentario