lunes, 31 de diciembre de 2018

Los mejores directos de 2018 (Nacional e Internacional) (1-5) Parte 1


Y bien, llegamos a los puestos de honor, conciertos en varios de los cuales tuve la sensación de levitar en muchos momentos y donde se alcanzaron instantes de gloria difícilmente explicables. Aquí tenemos a una un artista americano de Oklahoma, cuyo concierto está en el altar de los que he podido ver, con una banda que roza la perfección, además de un telonero muy digno, un músico de Detroit al que por fin veía solo con su banda y que me dejó completamente satisfecho, una formación californiana a la que por fin pude ver en vivo y que dieron un enorme concierto, una veterana banda de Seattle que nunca decepcionan y una de esas uniones de dos genios, en onda blues que dieron un señor concierto.


1. JD McPherson + Charley Crockett, Sala Joy Eslava, 17-3-2018

Hay conciertos buenos, hay conciertos menos buenos, y hay conciertos tan sumamente buenos, que te queda una huella imborrable en la memoria, el concierto de aquella noche de marzo en Joy Eslava fue, desde mi punto de vista, de éstos últimos. Cuando se juntan I Wanna Management, Bloody Mary y The Mad Note en la organización de un evento, es una garantía de calidad, no sólo por el artista principal, al que ya conocemos y adoramos, sino que encima ponen un telonero, no sólo del gusto del cabeza de cartel, sino también que lo será del público, y no fallan.
Hay que saber poner un buen telonero en un gran concierto, cosa que muchas veces no se cuida por diversas razones, pero estás pagando una entrada y nos merecemos ese toque de distinción, por eso qué menos que el show sea coherente y de calidad, y justamente eso pasó esa noche.
Comenzemos por Charley Crockett, un gran descubrimiento la verdad, un tipo de Texas, ataviado con su sombrero tejano, que despachó un concierto estupendo acompañado por cuatro músicos en el escenario, un guitarrista brutal, un bajista muy tejano también, un buen batería y un teclista que también tocaba trompeta. Su estilo navega entre el country, el bluegrass, sonido de raíz americana lógicamente y más estilos afines, pero con una alegría tremenda que por momentos suena hasta pop, un sonido estupendo y una conexión con el público que se produjo desde los primeros compases. Un músico que espero vuelva pronto por aquí... ¿Huercasa?
Y saltó al escenario JD McPherson, el músico de Oklahoma y su extraordinaria banda. Tiene tres discos en el mercado, a parte de un Ep de versiones de 2014, aquel primero y brutal Sign and signifiers, Let's the good times roll y éste último Undivided Heart & Soul del año pasado que ha venido a presentar en esta gira. JD McPherson canta y toca guitarra eléctrica, unas veces rítmica y otras es él el solista, pero sus músicos son de un nivel superlativo, y hay que hablar de ellos como se merecen. Jimmy Sutton al contrabajo, bajo y coros, ¡¡¡qué músico!!!, un profesional de los pies a la cabeza, que lo vive, está ultraconcentrado en todo el show y no falla ni una nota, Jason Smay a la batería y percusiones, el que fuera batería de los Hi-Risers, un auténtico mago de las baquetas que clava cualquier tipo de ritmo, y que sigue siendo uno de los mejores baterías que he visto, Rayner Jacob Jacildo a las teclas, percusiones e incluso timbal, excelso, estuvo inmenso, y por último Doug Corcoran a la guitarra solista y rítmica, saxofón y coros, un tipo fino donde los haya. GLORIA DE CONCIERTO.

Os dejo con In the night de Charley Crockett.





Y por otro lado Hunting for sugar de JD McPherson y su bandaza.





2. Jack White, Mad Cool Festival, 13-7-2018


Y vino en que para mi era el gran concierto del segundo día del Festival, y vaya si lo fue, el de Mr. Jack White. El músico de Detroit lo bordó con una banda espectacular, dos teclistas, un bajista, y una batería fuera de serie, ya que de todas las guitarras se encarga el genio.
Hizo un repaso a su ya extensa carrera, pero como es lógico venía a presentar su nuevo álbum Boarding House Reach del que cayeron Over and over and Over, Corporation, Why walk a dog? y Connected by love. De sus anteriores discos como Lazaretto de 2014 escuchamos High Ball Steeper, Would you fight for my love? y la propia Lazaretto, mientras que de Blunderbuss pudimos disfrutar de Love interruption y Sixteen Saltines (bestial interpretación).
Pero otra buena parte del concierto repasó su trayectoria con The White Stripes con temas como Black Math (primero del directo), Ball and Biscuit, The Hardest Button to Button y la ya mítica Seven Nation Army (que fue la última) de su no menos mítico álbum Elephant de 2003. 
También oímos Cannon del primer disco homónimo de 1999, Hotel Yorba del White Blood Cells y Why can't you be nicer to me? de De Stijl de 2001. Además We're going to be friends y I'm slowly turning into you. Tembién tuvo hueco para recordar a sus otras dos bandas con Steady, as she goes de The Raconteurs y I cut like a Buffalo de The Dead Weather.
Un concierto apabullante donde hubo rock, funk, soul, country, sonidos sesenteros y setenteros y un tipo que o le amas o le odias, yo soy de los primeros.

Os dejo con un momento del concierto.





3. Queens of the Stone Age, Mad Cool Festival, 14-7-2018

En el escenario principal, vino la descarga potente de la noche y quizás una de las más fulminantes del festival, los californianos Queens of the Stone Age. Con la sintonía de la Naranja Mecánica salieron y su concierto me pareció excepcional en todo, sonido, actitud (incluso Josh Homme provocativo pidiendo al público invadir la zona VIP) y la concepción de grupo compacto con un show donde desplegaron todo su arsenal de manera atronadora, conectaron con el público desde el primer tema.
Venían a presentar Villains, su último disco del año pasado, aunque curiosamente los dos primeros temas fueron del anterior y magnífico ... Like Clockwork como If I had a tail y My God is the sun, para ya pasar a temas del último como Feet don't fail me, The way you used to do, The evil has landed y Domesticated animals. De sus anteriores discos, cayeron del mítico Songs for the deaf los temas You think I ain't worth a dollar but I feel like a millonaire, No one knows y la maravillosa Go with the flow, del Lullabies to Paralyze Burn the witch y Little Sister del Era Vulgaris el Make it wit Chu (dedicado a Depeche Mode), mientras que cerraron con un tema dedicado a Nine Inch Nails, ese Songs for the dead del ya mencionado Song for the deaf.

Os dejo con un momento del concierto.




4. Pearl Jam, Mad Cool Festival, 12-7-2018

Pearl Jam eran los cabeza de cartel del primer día de Festival, y como es lógico una banda de su calibre no decepcionó, muy al contrario, conciertazo. A Eddie Vedder se le pasan sus notas para hablar en español, el hombre no lo hace nada mal, y el momento Bardem-Tosar, pero con su tremenda discografía pocos les plantan batalla. Con un tracklist compuesto por Release, Elderly woman behind the counter in a small town, Given to fly, Lukin, Corduroy, Why Go, Animal (bestial), Even Flow (apoteósico), Mind your manners, Lightning bolt, la versión de Eruption de Van Halen, Jeremy, Can't deny me, Do the evolution (gloriosa), Wasted reprise, Better man (con el homenaje a Chris Cornell con la parte de Hunger Strike), Porch y ya en los bises Just breathe, Sirens, Black, State of love and trust, Rearviewmirror y la versión final de Neil Young de Rockin' in the free world.

Os dejo con el mítico Even Flow hace unos años.




5. Ben Harper & Charlie Musselwhite, La Riviera, 3-5-2018

Hay ocasiones en las que esperas por fin ver a un músico en directo, al que por diversas circunstancias todavía no habías podido ver en vivo, ya que es tal la admiración que le tienes por sus discos de estudio, que solo te falta ver como se desenvuelve en un escenario para terminar de perfilar su figura musical. Eso es lo que me sucedía con Ben Harper, el músico de Pomona, y ese día de mayo pude comprobar que es todavía mejor de lo que esperaba. Venía a presentar su último álbum, que ha hecho conjuntamente con el veterano armonicista de blues Charlie Musselwhite, segunda colaboración conjunta, aunque la mayoría de las composiciones son suyas, todo hay que decirlo. En el escenario, junto a las dos estrellas, tres músicos extraordinarios, una sección rítmica de bajo y batería inapelables y un guitarra que estuvo portentoso.
Fueron dos horas y algo de disfrute absoluto, porque Ben Harper transmite desde el primer momento que es un músico que disfruta lo que hace, y lo sabe compartir con el público, sus muecas, su implicación, su humildad presentando a la banda (lo hizo hasta tres veces) y por supuesto su demostración de enorme músico que tocó una buena colección de guitarras eléctricas (unas diez aproximadamente conté) tanto sentado como de pie, el piano y al cante, y ahí es donde me dejó completamente loco, qué bien canta este tipo, de hecho tuvo momentos mágicos, como en el último tema donde cantó sin micro, a pulmón para todos.

Os dejo con When I go tal y como sonó ese día.

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