viernes, 6 de noviembre de 2015

David Gilmour - Rattle that lock (2015)


David Gilmour ha sacado disco nuevo, que lleva por título Rattle that lock. Se trata de su cuarto trabajo en solitario al margen de Pink Floyd, y 9 años después de su anterior disco "On and island" del año 2006. Se trata de un trabajo fascinante, donde Gilmour recupera muchas de las cosas que le han hecho grande siempre, a parte de que su guitarra suena genial, poderosa y hace solos preciosos, el tema de las voces está muy cuidado, con coros souleros que le quedan de vicio a las canciones. Las letras, casi todas, están compuestas por su mujer Polly Samson, y Phil Manzanera ha hecho ayudas puntuales y ha co-producido el trabajo.
"David explora el concepto global de los sentimientos y pensamientos de un hombre a lo largo de un mismo día", como reza la hoja de promo. Hay medios tiempos soul, rock sinfónico, rock progresivo, jazz, etc... Además sabe rodearse de grandes músicos como Guy Pratt al bajo que ya está curtido en lo que quiere David y le conoce, Andy Newmark a la batería y su viejo amigo Robert Wyatt dando en el clavo con su corneta de bolsillo. También se han incorporado voces de su eterno amigo Richard Wright.
Muchas veces se critica a los líderes de grandes bandas cuando hacen cosas en solitario, que si sacan discos muy de vez en cuando, que si lo hacen sólo por placer y olvidan la calidad, que si los seguidores del otro cabeza huevo de la banda madre (en este caso Waters) le consideran peor músico, en fin, sea como fuere, nos hallamos ante un gran trabajo, que va a gustar a todo aquel que le gusta Pink Floyd, de eso no tengo ninguna duda.



5 A.M. abre el álbum, una pieza instrumental escueta, como muchas veces ha pasado en discos del Fluído Rosa, donde la guitarra de Gilmour abre paso al enlace con una acústica y su entrelazamiento, bonita introducción. Y llega el tema que da título al disco, Rattle that lock, una mezcla de soul, rock progresivo y sinfónico que abruma, me parece un temazo sideral que podría formar parte tranquilamente de las mejores canciones de Pink Floyd de los últimos veinte años, gozada total donde Gilmour campa a sus anchas con su guitarra y al que acompaña un vídeo clip simplemente descomunal. Faces of stone también tiene el sello floydiano, con el piano del principio da paso a una guitarra acústica fabulosa, que se convierte en un vals maravilloso, para que luego la guitarra eléctrica de David nos recuerde que sigue ahí, de esas canciones que ganan mucho con las escuchas. A boat lies waiting es un tema de homenaje a su amigo Richard Wright, donde la guitarra y el viejo piano que Gilmour grabó en un minidisc hace 18 años hacen una preciosa mezcla, casi de banda sonora la primera parte, para que luego entre la voz. Dancing right in front of me es una pieza clásica en su concepción, pero perfectamente ejecutada, donde la stratocaster que toca David suena a gloria bendita, además de esos grandes coros, bella canción con toques jazzísticos incluso. In any tongue empieza con un silbido, y tiene la anécdota de que participa su hijo Gabriel tocando el piano, y donde los arreglos brutales destacan, al igual que en el tema anterior, pero ante todo y sobre todo, el solo de guitarra que se casca Mr. Gilmour es de esos para la historia, arrebatador. Beauty, como su nombre indica, es una preciosidad, canción instrumental, precisa y delicada, atmosférica. The girl in the yellow dress es puro jazz, donde David se apoya en el piano de Jools Holland y la corneta de Robert Wyatt, gran tema sin duda. Today vuelve a la grandeza total, comenzando con un coro y luego un ritmo trotón, para seguir en un increscendo tremendo que acaba en derroche guitarrero excelso, temazo de tomo y lomo. And then... acaba el disco, la última instrumental del trabajo, que cierra de manera sabia, con sus punteos de guitarra y un ritmo pausado.


En definitiva, una de las alegrías más inesperadas y gozosas del año en curso, uno de esos trabajos para disfrutar una y otra vez, de los que no se cansa uno de escuchar en repetidas ocasiones, y en mi caso van ya muchas, de esos álbumes que piden escucha atenta y sosegada.


Este texto fue escrito para Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.


Os dejo con el tema Rattle that lock interpretado en vivo en el programa de Jools Holland.


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