jueves, 12 de marzo de 2015

Terence Trent D'Arby - Introducing the hardline according to (1987)


La ópera prima de Terence Trent D'Arby, el músico neoyorkino, es una joya y pegó el pelotazo ante un público sorprendido y una crítica que le alabó. Pero este trabajo ya no lo superó más, aunque hay que admitir que superarlo era complicado, pero luego ni se acercó. Estamos ante uno de esos casos de éxito efímero, cuando curiosamente se daban todas las circunstancias, para que después de este trabajo, fuese el rey del soul de su época. Terence Trent D’Arby lo tuvo todo y en cantidad pero, poco a poco, fue desvaneciéndose, en parte por culpa de la jungla de las compañías discográficas, en parte por su propio talante, y, aunque ahora siga en activo, sólo unos pocos nostálgicos nos acordamos de él y de este Introducing the hardline according to de 1987. Pero hablamos de un tipo que no era flor de un día antes de este disco, ya tenía una extensa experiencia anterior como cantante y a los veintipocos abriles, ya estaba en la órbita de las grandes discográficas, que no se equivocaban. Lo ilógico a priori fue que primero lanzaron el disco en Europa (siendo el artista americano), obteniendo un éxito inmediato en 3 días. Su irrupción en el mercado estadounidense llegó unos meses después y, aunque no obtuvo el mismo histerismo de ventas, sí colocó inmediatamente a nuestro protagonista en la primera división, llegando el álbum hasta la actualidad con nada menos que 14 millones de copias despachadas, que no son pocas.
Pero claro, estamos en una época donde Michael Jackson y Prince eran las dos estrellas negras del momento, y encima en un estado de gracia, Michael con Bad y El Príncipe de Mineápolis con Sign o'the times, pero empezaban a mirar con recelo a quien osaba a destronarles. Y ojo, Terence componía sus temas, tocaba la mayor parte de los instrumentos (un Lenny Kravitz avanzado), producía, pero además tenía una voz con muchos registros, potente a ratos, tierna, y de ángel en definitiva. Esas son algunas de las claves del éxito del álbum, pero sobre todo había canciones y muy buenas.



Comienza el álbum con If you all get to heaven con ese aire góspel desde el inicio y los coros potentes que le acompañan, aunque enseguida que se desnuda la melodía descubrimos la tremenda voz soul de Terence. If you let me stay es un single inmediato, tema enérgico dónde los haya, con un derroche de voz de proporciones gigantes, una melodía muy atrayente y un estribillo rompedor. Wishing well con el impactante inicio de la batería da paso a la voz, y las influencias de James Brown, que me parecen más que evidentes, y el teclado juguetón queda de lujo. I'll never turn my back on you (Father's words) con el inicio de guitarra rítmica, da paso a la voz más tierna y angelical de nuestro artista de hoy, un tema a medio tiempo de bonita melodía y en tono de funky con toques de rhthym and blues. Dance Little sister fue un rompepistas (a día de hoy lo sigue siendo), con una batería mandona, un teclado presente, una sección de vientos brutal, y donde vuelven las influencias de James Brown por todos lados, con esa voz desgarradora y potente de Mr. D'Arby. Seven more days es una balada, en tono oscuro y algo melancólica, demostrando tonos vocales diferentes y variados dentro del mismo tema, donde destaca el estribillo con coros. Let's go foward quizás sea el tema más ochentero del álbum, que es lógico, en una onda Kool & the Gang de esa década, destacando las armonías vocales. Rain me parece un tema brutal, con una fuerza vocal descomunal y una melodía que se te queda marcada, además del timbre continuo muy bien colocado. Sign your name es la balada con mayúsculas del álbum, un tema atmosférico como pocos, con el que en aquella época cualquier chiquilla se quedaba atontada, ideal para arrimar cebolleta, donde melodía y estribillo perfectamente encajado hacen el resto. As yes untitled vuelve al góspel de manera clara, y a las influencias más de base del cantante, un tema eminentemente vocal, y demostración de registros tremendos. Y el trabajo acaba con una deliciosa versión de Smokey Robinson de un clásico del soul como Who's loving you, interpretado de forma increíble por Terence, con una banda que suena a las mil maravillas, y es una estremecedora manera de cerrar el disco.



Un disco que tiene vigencia por si mismo, bebedor de las mejores esencias del soul, góspel y rhythm and blues y dónde el artista en cuestión está excelso en todos sus registros vocales y como no, en la composición.
Os dejo con el tema If you let me stay.

8 comentarios:

  1. Si no es por emisoras como M80 , no le volvemos a escuchar ... .

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    1. Orlando: Bueno y gracias a los que compramos el disco en su día, que lo seguimos poniendo.

      Saludos.

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  2. Yo escuché este disco nada más. No le seguí la pista.

    Un abrazo!

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    1. Evánder: Luego en 1989 editó “Neither Fish nor Flesh”, un álbum reflexivo, intimista (un suicidio como artista) con 3 o 4 cortes excelentes pero resultó en un disco claramente inferior a su debut, y empezó claro su declive. CBS tampoco contribuyó en nada para paliar el fracaso. En 1993 con “Symphony or Damn" si hizo otro gran disco, pero no llegó a la gente, que ya no le esperaba...
      En fin, luego más adelante se cambió el nombre... y para que te voy a contar... se empezó a evaporar.
      A dia de hoy sigue sacando discos pero repercusión cero.

      Abrazos.

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  3. Este disco es un clasico a la altura de cualquier disco de musica negra que se te venga a la cabeza ... en cualquiera de sus variantes. Si que se empacho de fama, aunque a veces eso no es malo. Yo adoro Neither Fish Nor Flesh igualmente. Disco tremendamente personal y que sinceramente me llega muy dentro. Podría haber llegado lejísimos con un poco mas de tragaderas y un poco menos de arrogancia seguramente. Yo creo que nos hemos perdido no menos de 4 o 5 discos excelentes ....

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    1. J Aybar: Totalmente conforme, clásico atemporal. El empacho de fama le hizo que cambiara el rumbo en el segundo, que no es mal disco, lo que pasa que comercialmente vendió cero lapicero y entre eso y el bombazo de Lenny Kravitz en Columbia empezaron a mirarle mal.
      Eso que dices de las tragaderas parece que el chico no lo entendió o no lo quiso entender, y su arrogancia hizo el resto.
      Y en efecto esa es la conclusión, que entre pitos y flautas nos hemos perdido varios buenos discos de un tipo que lo tenía todo para hacerlos.

      Saludos.

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  4. A mí me encantan los dos primeros discos por igual, como a J, quizá incluso más el segundo por el riesgo que corrió D'Arby. De todos modos, fantástico plástico el que comentas y ta justamente nos recuerdas.

    Abrazos.

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    1. Gonzalo Aróstegui Lasarte: Claro, si en eso coincidimos, pero desde el punto de vista de la compañía estaba claro, el nivel de ventas de este era abrumador sobre el otro, así que las intimidades de D'Arby al jefe de CBS le daban igual.
      Este es un disco magnífico que tuve repercusión mundial.

      Abrazos.

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