viernes, 2 de mayo de 2014

The Sex Pistols - Never mind the bollocks, Here's the Sex Pistols (1977)


Después de la aparición de los Sex Pistols nada volvió a ser como antes en el mundo de la música. Lo suyo fue una bombaca de corto recorrido, pero llevaron el punk rock en Gran Bretaña a su máxima expresión y su onda expansiva fue tan enorme, que el ruido llegó a todas partes donde hubiera rock.
Los Pistols refrescaban la escena musical anquilosada y cubierta de brillos, escenarios llenos de miles de dólares y cierto acomodamiento en general tanto en bandas como en compañías discográficas. Llegaban para poner ritmo a la protesta de una juventud, que soportaba una crisis económica y social en Inglaterra galopante y se embarcaban en un discurso de inteligencia, pesimismo, ironía y payasesca provocación.
Entre 1975 y 1977 los asistentes a su conciertos veían que lo que pasaba en el escenario transgredía, iba más allá y cambiaría la historia y a fe que así fue. Jonnhy Lydon conocido ya como Johnny Rotten, era un cantante poco preocupado en si cantaba bien o mal (ojo no lo hacía mal), pero dotaba al micrófono de un poder que iba más allá de la utilización puritana dada hasta ese momento, y era el poder de ese mensaje el que identificó a una generación. Nadie quedaba fuera de su crítica, ni la monarquía, ni las casas de discos, eran la representación musical de la Anarquía.




Glen Matlock fue echado de los Sex Pistols debido a un "problema de actitud" y sustituido por Sid Vicious, antiguo amigo de Johnny Rotten, fan de la banda y, con anterioridad, baterista de Siouxsie & the Banshees y The Flowers of Romance, para tocar el bajo. En octubre de 1977 sale a la venta en el sello Virgin Records el disco Never mind the bollocks, Here's the Sex Pistols (Nos importa unos cojones, aquí están los Sex Pistols). A pesar de que Sid Vicious llegó a tocar en el disco, posteriores regrabaciones, por Steve Jones, hacen imposible distinguir lo que sea que haya tocado Sid. El disco fue censurado y las autoridades obligaron a tachar la palabra "bollocks" ("cojones") de la portada. A pesar de ello, incluso diría que gracias a ello, alcanzó el número 1 en las listas. Luego vino la gira por USA y la separación.
El disco en si no tiene desperdicio, sin temor a equivocarme, digo que es sin duda el mejor disco de punk rock hecho en la historia.
El álbum comienza con Holidays in the sun, uno de esos singles que ya tocaban en sus incendiarios directos, directo a la yugular con esos pasos casi militares al inicio, pero con unas guitarras demoledoras y esa voz que se te mete hasta la médula. Bodies es otra descarga de puro punk rock, cuerpos que se mueven gritando contra todo lo que nos jode y nos revienta con ese estribillo pegadizo. No feelings quizás sea el tema musicalmente más colorista del álbum, y el más rockero, con un estribillo también de fácil encaje. Liar, con ese ritmo de guitarra inicial anuncia otro tema que no te deja descanso, siguiendo en esa línea de no decaer y una sección rítmica brutal. God save the Queen es quizás la canción más irreverente escrita contra la monarquía, pero a la vez musicalmente más impactante, destrozando así el mítico tema patriótico británico, repitiendo que no hay futuro (me suena esto). Problems es quizás un tema curiosamente de medio tiempo, y que ahonda en las preocupaciones sociales de la época. Seventeen tiene las influencias más clásicas del rock, pero la voz de Rotten es muy presente. Anarchy in the U.K. es un tema antológico, puro punk rock directo al esternón, una llamarada en nombre de la anarquía, que a día de hoy me sigue poniendo la carne de gallina. Sub Mission es una canción altamente rockera, e influyente de bandas venideras de los primeros 80. Pretty Vacant es otra descarga de adrenalina de los que se te quedan marcados, con esa entrada de instrumentos de manera escalonada, pero muy coherente para que luego la voz de Rotten explote con un estribillo fantástico. New York es un tema del que siempre se habla poco, pero a mi me parece brutal, quizás el más visceral y oscurete del disco. El álbum acaba con EMI, una crítica a una de las dos compañías (junto con A&M) que los mandó a freir espárragos, otra descarga de rock de alto voltaje.



Un disco, en definitiva, imprescindible en su estilo y en cualquier discoteca que se precie.

Texto redactado por mi en su día para Exile SH Magazine y adaptado para mi espacio.

Os dejo con el mítico vídeo de Anarchy in the U.K.


12 comentarios:

  1. Ya es sabida mi opinión contraria a estos descerebrados de diseño, puro celofán de la escuderia McLaren, propuesta de puro pelotazo que cuajó en el momento más oportuno. Para punk, punk, Ramones, Stranglers y/o Buzzcocks.
    Abrazos,
    JdG

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    1. Javier de Gregorio: Ya sabes que a mi este disco me parece un pasote, y me gustan todos los que has nombrado, pero este disco nunca falta en esa hornada.

      Abrazos.

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    1. Gonso: Y discazo amigo, no tiene desperdicio ni un sólo tema.

      Abrazos.

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  3. Puede gustar más o menos el género y discrepar sobre la controvertida banda, pero no se puede negar la importancia capital de este disco. ¡Saludos!

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    1. Víctor Hugo: Totalmente conforme amigo, te gustará más o menos el estilo, si fueron flor de un día o un grupo efímero, pero este disco es capital para entender una época y un estilo.

      Un saludo.

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  4. Yo es que este es uno de esos discos que he devorado, y cada vez que lo pincho siento ganas de cambiar el mundo, POM.
    Abrazo.

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    1. Addison de Witt: Y lo seguimos devorando... es un imprescindible en cualquier discoteca.

      Abrazos.

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  5. Puede ser (y es) que McLaren diseñara a los Pistols para triunfar, pero musicalmente hablamos de un disco impecable, clásico del punk y del rock en general. Doce canciones como doce soles, Savoy.

    Un abrazo.

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    1. Gonzalo Aróstegui Lasarte: Musicalmente, esa es la clave, es un disco muy bueno, un clasicazo monumental y eso es lo que cuenta con el paso del tiempo.

      Abrazos.

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  6. Viva el punk!!! Viva el Never mind the bollocks!!!

    Me importa un rábano que sea un producto de McLaren para triunfar. Es una obra maestra del rock con todas las de la ley que dinamitó todo lo que había que dinamitar. Por cierto, para dinamitar algo hay que meterse en el ojo del huracán. Gracias a este disco se abrió un mundo nuevo.

    VIVAN LOS SEX PISTOLS!!! Y en un momento determinado viva McLaren!!!

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    1. Johnny J.J.: Totalmente conforme brother, viva este disco, que rompió moldes en su día y todavía hoy es un disco que pasa el tiempo la mar de bien.
      Es una obra maestra sin paliativos, fue como digo un golpe en la mesa que puso patas arriba muchas cosas, era necesario y cada vez que hay épocas de crisis, se hace todavía más necesario por sus letras reivindicativas y de protesta.
      VIVAN LOS SEX PISTOLS!!!

      Brazzzos.

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