sábado, 10 de noviembre de 2012

Concierto The Gaslight Anthem, Madrid, Sala Cats (9-11-2012)







 
La banda de New Jersey se presentó ayer en Madrid, y lo hizo en una sala en la que estuve hace muchos años tomando copas porque iban niñas pijas monas, pero lo que nunca pensé es que uno de mis grupos favoritos iba a tocar allí. La sala es enorme, otra cosa es que esté preparada para eventos musicales de este calibre, pero claro en esta ciudad se siguen haciendo las cosas desastrosamente. Ojo, con todo y con eso, no sonó del todo mal. Para más desatino, la muchachada (muchos de ellos guiris) que se agolpó en las primeras filas, estuvo de lo más bullanguera por lo que volaron cuerpos cual aviones, a lo que el propio Fallon miraba con cierto asombro, aunque agradeció que la gente se supiera los temas.









 
 
 
 
 
El grupo presentó su nuevo disco, el maravilloso Handwritten, que me tiene completamente embelesado, pero lo que no esperaba (aunque en el fondo si) es que tocasen casi entero su obra maestra The '59 sound del año 2008. Brian Fallon empezó algo flojete con la voz, cosa que fue un espejismo ya que a la cuarta canción se puso las pilas y lo bordó hasta el final. La formación se ha incrementado en un miembro, otro guitarra Ian Perkins, que le da más fuerza si cabe al grupo en directo y que también grabó el disco. Benny Horowitz estuvo magistral a las baquetas con Alex Levine al bajo en la sección rítimca, mientras Alex Rosamilia a la guitarra solista fue muy eficiente.
 











 
El concierto comenzó con el tema Mae del nuevo disco, del que cayeron también 45, Handwritten, Here comes my man, Keepsake (extraordinaria) y Mulholland Drive en los bises.
Del anterior álbum sólo sonaron cuatro temas The spirit of jazz, The diamond church street choir, The Queen of lower Chelsea y en los bises la propia American Slang. Del primer álbum Sink or Swim tocaron Angry Johnny and the radio.
Pero claro del '59 sound cayeron casi todas, la que da título al disco, Old white Lincoln, Even cowgirls get the blues, Film noir, Miles Davis & The Cool, Casanova, Baby!, The patient ferris wheel, Here's looking at you, Kid, The Backseat (gran momento) y como último tema del concierto el mítico Great Expectations. 
 






 
 
 
 
 
Salí contento por haberlos visto, no tanto por la sala y de cómo me tuve que buscar la vida para poder disfrutar del concierto en condiciones.
 
 
Os dejo con el tema The Backseat  tocado en vivo en el show de Letterman.
 
 
 
 

6 comentarios:

  1. Más sensaciones de lo de ayer en:

    http://peteredwhite.com/2012/11/10/cada-vez-mas-de-sudor-y-musculo/

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    1. Peter: Bueno, cada uno tiene su sensación, la mía es la que he expuesto.

      Un saludo.

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  2. Me gustan estos tios. Les veo autenticos, comprometidos con su propuesta.

    El anterior disco me encantó y el ultimo aun no lo he podido catar aun en condiciones.

    Veo que en directo son muy buenos...quizas su musica necesite de espacios mas grandes.



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    1. Mansion on the Hill: Lo son, te lo puedo asegurar, muy auténticos.
      Pues para mi The '59 sound y este último son dos discos bestiales, dale cancha al último, no le sobra ni un tema.

      No es tema de sitios más grandes, sino de locales adecuados, es que en Madrid no hay un auditorio en condiciones.

      Un saludo.

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    2. Y yo, que me autoinvito a la conversación (porque a mi estos tipos ni fú ni fá), digo: ¿qué tienen de malo las salas pequeñas? Al contrario, debo decir: ¿qué tienen de bueno los grandes espacios?

      Ni estoy de acuerdo ni en desacuerdo con el hecho de que en Madrid haga falta una sala más o menos grande. Sólo digo que no comparto el debate "grupo de sala pequeña/espacio grande".

      Ver a unos tipos por mor de las pantallas gigantes que les acompañan en una gira, no aporta ni la mitad de la mitad de las sensaciones que te llevas tras verlos en sala pequeña.

      Dirán que en sala pequeña será más caro... ¿cuánto más caro? ¿qué te ahorras si, en vez de llevar un convoy de autobuses y camiones, con mecánicos y técnicos de luz y sonido, vas con 2 furgonetas con los equipos y los pipas? ¿Por qué no pasar varios días en cada ciudad con shows "minimos" en cuanto a despliegue?

      Y para la audiencia, otro tanto: aunque la entrada se dispare y pagues un pastizal, verás a tu artista bien de cerca, y las cervezas no te costarán 10 euros, ni te gastas dinero en tonterías como banderas o camisetas made in Taiwan pero vendidas a precio de seda de Marco Polo. ¿Prefieres pagar 50 euros por verles con catalejo, o 100 euros por sentirlos al lado? Además no estarás sujeto a la dictadura de la promotora que, como quiere poner su show en París el Viernes, el Miércoles toca en Barcelona y el Lunes en Madrid... En cada ciudad tocarían 2 o 3 días y, si no puedes ir el lunes, a lo mejor sí que puedes el martes.

      Seguro que, aun así, los grandes espacios darán mejores rentabilidades, ya esto es un negocio. Pero también digo que cuando voy a un concierto, estoy dando un dinero a cambio de unas sensaciones que un estadio de futbol no me da. Me planteo ahora qué reflexiones puede sacar un chaval de 25 años que empezó yendo a estadios y que ahora empieza a comparar con los conciertos de sala pequeña de manera asidua. ¿De verdad le hará gracia que sus grupos sólo vayan al Palacio de los Deportes o al Calderón? ¿Seguirán llenándose los estadios dentro de unos años?

      Creo que, al menos en Madrid, en los últimos años se ha enriquecido sobre manera la cultura de sala pequeña (y no gracias a la administración: véase el caso sangrante del Bogiejazz), y la gente creo que se esta dando cuenta de que estas veladas sudorosas con botellín en mano en El Sol (por ejemplo) no las da ningún concierto de U2. A ver cómo evoluciona esto, pero desde luego que yo no iré más a una sala grande en mi *uta vida. Yo, a los conciertos, voy a escuchar, a ver, a pasar un rato agradable con mis amigos. Sin parafernalias, sin prismáticos, sin tener que llegar 3 horas antes...

      Vaya chapa que he soltao...

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    3. Troy McClure: Te veo pronto dando mítines... je, je, je.
      Si, está claro, es evidente que ver a un grupo en sala pequeña se disfruta mucho más, de eso no hay duda, pero coincidirás conmigo en que ver en Madrid a un grupo en un sitio de aforo medio y que se oiga bien esa casi imposible, porque no existe. La Sala Sol, que pones como ejemplo y que a mi me encanta hay muchas veces que se queda pequeña, porque lo es.

      Estoy totalmente deacuerdo en que los conciertos en sitios grandes no se disfrutan nada, pero eso viene propiciado por que el grupo es tan famoso y tiene tantos seguidores que no caben en La Sol, ni aunque la llenes 15 días, por no decir lo carísimo que te salen esos eventos, ya partiendo de una entrada engordada.

      Si que es cierto que en Madrid se ha favorecido la cultura de sala pequeña, pero por las propias salas y los organizadores, y no por la administración que le dá la espalda a la cultura, para variar.

      Pero bueno para gustos colores, y si por ejemplo nunca he visto a un grupo que me gusta mucho y vienen al Palacio de los Deportes (léase Black Keys en 15 días) pues voy, aunque no me guste el sitio grande, pero es la única oportunidad para mi.

      Un saludo y gracias por el debate generado.

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